Hoy ha comparecido en la comisión de derechos sociales por iniciativa conjunta de PSOE y PP
El deporte «no ha evolucionado» como el resto de la sociedad española y es uno de los reductos de la LGTBIfobia, ha denunciado este miércoles en el Parlamento de Canarias el waterpolista de la selección nacional Víctor Gutiérrez Santiago.
Gutiérrez Santiago, quien ha comparecido en la comisión de derechos sociales por iniciativa conjunta de PSOE y PP, ha comenzado agradeciendo a dos partidos tan dispares que trabajen juntos en las islas en igualdad. Algo desacostumbrado en la península, y ha terminado pidiendo a todo el Parlamento de Canarias que siga «liderando el cambio» en España, como hizo la semana pasada al aprobar por unanimidad la Ley Trans.
Referente para niños y jóvenes deportistas
El waterpolista ha explicado que en 2016 hizo pública su condición homosexual con el fin de ser referente para niños y jóvenes deportistas que, como él, crecen pensando que tienen algún problema o están enfermos, sin saber que en el deporte de élite hay personas con orientaciones sexuales distintas. Aunque no lo hagan público.
«Quise lanzar el mensaje de que se puede llegar a la élite siendo gay, lesbiana o transexual, que no merece la pena vivir escondido y con miedo». Relató a la comisión parlamentaria.
Explicó cómo se ha sentido a lo largo de su vida al ver que mientras España se revelaba como un país pionero en la lucha por la libertad LGTBI. En los campos de fútbol se cantaba y se canta invariablemente, según la época, «Míchel maricón, Guti maricón o Cristiano maricón».
«La sociedad ha cambiado, pero el deporte no ha cambiado, la lgtbifobia sigue igual que toda la vida en estadios, piscinas y canchas». La diferencia con el resto de la sociedad es «brutal», y «no es responsabilidad de uno o dos deportivas dar el paso o coger una bandera. Sino que son ustedes quienes tienen que facilitar las herramientas para que esto no pase», dijo a los parlamentarios.
Hay «un ambiente de impunidad» y de «barra libre», sin ninguna denuncia de federación, institución o liga y sin que ni siquiera quede recogido en las actas arbitrales, se ha quejado.
Hace un mes denunció a un jugador rival
Por eso hace un mes, cuando disputando un partido un jugador rival le llamó maricón en la piscina, decidió denunciarlo. Aunque al principio pensó en dejarlo pasar.
Consiguió así que se produjera la primera sanción de odio por lgtbifobia en el deporte en España, «en pleno 2021», se asombró.
«Me había pasado más veces, antes y después de hacer pública mi orientación, acabamos normalizando estas cosas», pero en esta ocasión el insulto «me sacó del partido no de cabeza, sino de corazón».
«Con treinta añazos pensaba que había construido un espacio seguro en el deporte, pero se me movió todo por dentro, volví a ser ese chaval de ocho años al que una vez llamaron maricón y preguntó qué era eso», relató Víctor Gutiérrez.
Incluso en este caso, en el que hubo una sanción, se tuvo que improvisar, porque en el deporte no hay códigos éticos, protocolos ni legislación que amparen a las víctimas del odio, lamentó, y por eso instó a los parlamentarios a que actúen, porque están «en una situación privilegiada para ayudar a los demás».
Junto a esas normas contra la lgtbifobia en el deporte, el waterpolista demandó más formación, desde el deporte base al profesional, incluyendo a entrenadores y directivos, para que tengan herramientas para intervenir cuando detecten acosos o discriminaciones.
«A lo largo de mi vida he recibido charlas sobre alimentación, drogas o dopaje, nunca sobre diversidad sexual», explicó, una desinformación que le llevó a pensar en su adolescencia que estaba enfermo, porque no había ninguna referencia de deportistas de élite con orientación sexual diferente.