El acusado contó el crimen a su hermano, que lo vio «dislocado, endemoniado»

El hermano y la cuñada del acusado aseguran que estaba fuerza de sí, y se contradicen en relación al consumo de drogas

Informa: Nacho Egea / Rafael Morales

El hermano y la cuñada del acusado de asesinar con un punzón a su vecino en Las Palmas de Gran Canaria la noche del 2 de octubre de 2020 han afirmado este martes ante el Jurado que el procesado llegó ese día a la casa que compartían pasadas las 23.00 horas con los «ojos dislocados», como «endemoniado».

Ambos testigos han declarado en la segunda sesión del juicio que se sigue por estos hechos, han señalado que José Juan S.N. dijo al llegar a la casa que había matado al vecino y le había propinado más de «68 puñaladas«, según la cuñada, si bien al principio no le creyeron y no fue hasta el día siguiente cuando denunciaron los hechos a la Policía.

«Déjate de boberías y acuéstate a dormir», fue lo que le respondió al acusado su hermano, según ha relatado el testigo al tribunal, al que también ha manifestado que llegó a amenazarle de muerte: «El próximo vas a ser tú».

Pastillas y alcohol

La cuñada del acusado ha dicho que llegó a pensar que podía ser cierto y que tuvo intención de llamar por teléfono a la Policía, pero que, como «no tenía saldo», decidió esperar al día siguiente.

El testigo ha indicado que su hermano no se drogaba porque tomaba metadona; sin embargo, la cuñada ha dicho ese día, antes de los hechos, había bebido cervezas y tomado «pastillas», y que el alcohol le «volvía loco». De hecho, esta testigo sostiene que ella misma estuvo consumiendo crack y heroína con el procesado y su marido.

En su opinión, fue un «cúmulo de cosas» lo que llevó a actuar de esa manera y «le tocó al vecino», al que ha descrito como un «hombre muy atravesado, muy complicado«, pero con el que el procesado tenía buena relación.

El resto de vecinos del edificio donde ocurrieron los hechos que han declarado ante el tribunal que escucharon ruidos en la casa del fallecido esa noche y que les llamó la atención.

Cajones y armarios revueltos

En la sesión de la mañana también han depuesto los policías que detuvieron al acusado en su domicilio, quien llegó a negar los hechos y les dijo que era mentira que hubiera matado a nadie, así como los agentes del grupo de homicidios y de policía científica que intervinieron en el caso.

Estos han señalado que el cuerpo del fallecido se encontraba en el salón de la casa, acostado boca arriba, con sangre en el pecho y la cabeza y con la ropa agujereada, y que entraron en su domicilio con sus llaves, pues se las había llevado el acusado al igual que su teléfono móvil.

Así mismo, han indicado que la vivienda donde se había cometido el crimen se encontraba en orden, pero con los cajones de los armarios abiertos y revueltos, que hallaron una caja de caudales forzada y restos de cerámica rota por el suelo del salón como signo de pelea.

Han explicado también que requisaron la ropa que llevaba puesta esa noche el acusado, que era la misma que se había puesto ese día, y que la hallaron en distintas dependencias de la vivienda, al igual que los guantes y el punzón.

Delitos imputados

El Jurado además ha visto las imágenes que se grabaron en las cámaras de seguridad del edificio y en ellas aparece el acusado con los guantes puestos y el punzón en la mano, así como las veces que cogió el ascensor.

El juicio continuará la tarde de este martes con la declaración de los peritos y con la presentación de los informes finales del Ministerio Público y la defensa.

El acusado se enfrenta a una posible condena de hasta 28 años de prisión por los delitos de asesinato y robo con violencia, si bien su abogado reclama una pena de 10 años de cárcel por un delito de homicidio.

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