El desprendimiento de rocas en Risco Caído evidencia, según el Cabildo, la necesidad de prohibir las visitas para garantizar la seguridad de las personas
Varias rocas de notable tamaño se han desprendido de forma natural y sin ocasionar daños personales de la cornisa del yacimiento arqueológico de Risco Caído. En concreto en la zona intermedia de los accesos a la cueva número 6, que alberga el icónico marcador astronómico aborigen, y también la siete, aunque sin afección de ningún tipo en los valores patrimoniales del interior de las cavidades.
El Cabildo, a través del Instituto del Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria, subraya que este episodio refrenda los argumentos de seguridad que sustentaron la suspensión de las visitas a las cuevas. También la prohibición del paso por este tramo con una señal para evitar cualquier riesgo para las personas dada la inestabilidad del conjunto.
El Instituto hace un llamamiento a la responsabilidad para cumplir con las indicaciones y recuerda que el Centro de Interpretación del Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria, en Artenara, alberga una réplica del santuario de la cueva número 6 que trata de recrear el ambiente del yacimiento arqueológico y reproduce los eventos astronómicos que se desarrollan en su interior.
Han encargado un diagnóstico de urgencia
Además, el Instituto ha decidido encargar un diagnóstico de urgencia de la situación del alero tras el desprendimiento del pasado fin de semana para acometer el saneamiento y las medidas de seguridad en los puntos más débiles. No obstante, el yacimiento ha sido sometido de manera periódica a tareas de este tipo desde hace más de una década, mucho antes de la declaración del Paisaje Cultural como Patrimonio Mundial, en 2019.
También por encargo del Instituto, está en marcha la elaboración de un informe técnico por parte de un grupo de especialistas que pondrán sobre la mesa distintas alternativas para intentar reforzar la sostenibilidad del yacimiento.
En la actualidad están prohibidas las visitas al yacimiento arqueológico entre las cuevas 5 y 10, propiedad del Cabildo de Gran Canaria. Una decisión derivada de los estudios realizados que alertan de la posibilidad de que se produzcan desprendimientos o colapsos de la cornisa difíciles de prever y que puedan poner en peligro la integridad de las personas visitantes.
De igual modo, el Cabildo solo permite el acceso a la zona de su personal técnico o del previamente autorizado por para la realización de tareas de inspección, evaluación, mantenimiento, conservación, control de datos, investigación, estudio y cualquier otra que se entienda necesaria en relación a la conservación, protección, estudio y tutela del conjunto.
Antecedentes y justificación técnica de las restricciones
Hace más de una década, el Cabildo acometió una serie de actuaciones de consolidación, estabilización, saneamiento y adecuación de las cuevas centrales para su uso público con visitas guiadas para pequeños grupos que fueron suspendidas por los problemas de estabilidad del sustrato rocoso en el que se excavaron las cuevas, detectados en estudios realizados a caballo entre 2012 y 2013. Cabe recordar la existencia de un estudio preliminar del Instituto Eduardo Torroja del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), a partir del cual se limitaron las visitas.
El examen geológico evidenció la degradación del macizo a causa del distinto comportamiento mecánico de las arenas tobáceas que forman la base del escarpe y el acantilado en relación a las brechas volcánicas de la etapa Roque Nublo, así como por la naturaleza porosa y fácilmente erosionable de dichas arenas tobáceas. A la detección de una red de fracturas se sumó la confirmación de que el uso antrópico de las cuevas y su entorno había contribuido al deterioro del escarpe.
Se establecieron una serie de actuaciones de urgencia que pasaban por la estabilización general de la cornisa mediante sostenimientos. De ahí que en la última década se hayan acometido una serie de intervenciones de cerramiento, refuerzo, estabilidad y saneamiento. Pese a ello, persisten los problemas de estabilidad que generan un grado elevado de incertidumbre y que precisa por tanto de medidas complementarias, como por ejemplo el citado proyecto en el que se está trabajando para contribuir a la estabilidad del enclave.
Aprobado un Plan de Gestión Integral
Igualmente, el conjunto se encuentra sometido a un monitoreo destinado a la obtención de datos microclimáticos y físicos que permiten evaluar su estado de conservación, tanto en lo relacionado a las condiciones ambientales interiores como a la estabilidad física del sitio mediante la instalación de microsismógrafos e inclinómetros que predicen movimientos internos del soporte rocoso.
El Consejo de Gobierno Insular del Cabildo aprobó el pasado lunes el Plan de Gestión Integral del Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria hasta 2026 con el objetivo de garantizar con un presupuesto de 33,7 millones la protección, el estudio y la difusión de los valores que sustentan la inscripción de la zona en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.
Uno de los cuatro ejes del Plan de Gestión es el de patrimonio cultural, que aborda acciones que afectan directamente a los elementos que representan la singularidad del Paisaje Cultural y plantea medidas concretas de rehabilitación y conservación del patrimonio cultural y natural. Los tres ejes restantes son los de gestión del conocimiento, desarrollo económico y comunicación y participación.