Pedro Castillo, expresidente de Perú, ha sido trasladado a la Dirección General de Operaciones Especiales. Está acusado de rebelión y conspiración al tratar de ejecutar un golpe de Estado. Diana Boluarte ha jurado su cargo como presidenta de Perú en el Congreso
Dina Boluarte preside desde este jueves Perú tras unas últimas horas frenéticas, en las que se ha pasado de un intento de golpe de Estado impulsado por el expresidente peruano Pedro Castillo, a su caída y posterior detención. Una crisis en la que ha quedado claro que Castillo no tenía apoyos para que prosperara su asonada golpista. Así, Boluarte, se ha convertido en la primera presidenta del país tras jurar su cargo ante el pleno del Congreso.
El expresidente ha abandonado en la noche del miércoles la prefectura de la policía de Lima y ha sido trasladado a la Dirección General de Operaciones Especiales, donde se encuentra recluido el expresidente Alberto Fujimori.
Un mensaje del destituido presidente anunciando el cierre del Congreso y la instauración del gobierno de emergencia fue el detonante de los acontecimientos actuales. El exmandatario hizo el anuncio horas antes de que el Congreso debatiera una iniciativa para destituirle y se encontró con el rechazo frontal de todos, incluidos los integrantes de su gobierno, pero también jueces, policías y fuerzas armadas. Ese rechazo provocó la destitución de Castillo por el legislativo del país y su sucesión por Dina Boluarte.
Aún se desconoce qué pasó con Castillo en el momento de decaer como Presidente y como se llega a su detención en la prefectura de Lima. En medios peruanos se da por hecho que el expresidente intentó ir hasta la embajada de México en la capital peruana, pero fue arrestado y conducido a la comisaría.
Esta situación política también ha provocado disturbios en la calle. Simpatizantes y opositores de Castillo se han enfrentado en las últimas horas en varios puntos de Lima.
Peruanos en Canarias
Juan Manuel Chávez y Rosalí León son profesores universitarios peruanos. Llevan cinco años en España y cuatro meses en Canarias desde donde viven los acontecimientos con preocupación.
Aunque ninguno de ellos votó en las últimas elecciones, confiesan que lo habrían hecho por Castillo por el cambio que representaba como profesor rural no perteneciente a las élites del país. Sin embargo, ahora, la decepción ha sido grande y creen que hay indicios de un bucle que se repite.
«La corrupción es algo muy sistemático en Perú que necesitaría una ingeniería completa para los valores democráticos», aseguran.
Por eso recuerdan que desde 2015 ha habido siete presidentes en Perú y que muchos de los expresidentes están presos o lo han estado. La solución consideran que está en las nuevas generaciones.