El eclipse lunar comenzó pasada las tres de la madrugada y se convirtió en uno de los más largos de las últimas décadas
La sombra de la Tierra ha tapado la luna esta madrugada, produciendo un eclipse lunar de los más largos de las últimas décadas. Comenzó pasadas las tres de la madrugada y hacia la siete el astro recuperó toda su luminosidad.
La fase de totalidad del eclipse ha durado cerca de 85 minutos y ha podido verse desde prácticamente todo el país. El Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) ha retransmitido en directo desde el Observatorio del Roque de Los Muchachos en La Palma y desde el Teide en Tenerife cómo la luna ha cruzado la sombra producida por la Tierra, un fenómeno que solo ocurre cuando el Sol, la Tierra y la Luna están alineados.
Durante el tiempo que duró el eclipse total, la Luna adquirió un tono rojizo debido a que parte de la luz solar en este fenómeno es desviada por la atmósfera terrestre. A diferencia de los eclipses de sol, la observación de un eclipse lunar se puede hacer a simple vista, porque no requiere instrumentación especial para contemplarlo ni entraña ningún peligro.
Momento de estudio
Aunque es el único astro al que ha llegado una misión tripulada, la Luna esconde todavía muchos secretos, y entre ellos por qué son tan diferentes la cara visible y la cara oculta; incógnitas y desafíos que han reactivado el interés de varias agencias espaciales por regresar al satélite y por escudriñar misterios sobre su formación y su historia.
Y los eclipses totales suponen una ocasión para que los científicos profundicen en el conocimiento del satélite de la Tierra y traten de comprender mejor los complejos eventos que tuvieron lugar durante la formación del Sistema Solar, o para determinar algunos parámetros fundamentales, como el diámetro de la Luna o la distancia exacta a la que se encuentra.
Precisamente, el color rojizo que adquiere durante la fase de totalidad permite medir propiedades de la atmósfera de la Tierra, y el menor brillo de la Luna -a pesar de estar en fase llena- facilita las medidas que se realizan rebotando un rayo láser en la superficie de la Luna y permite medir el tiempo que tarda la luz en regresar a la Tierra.
Un fenómeno astronómico que volverá a repetirse en algunas regiones del mundo el próximo 8 de noviembre, pero en España no se producirá un evento similar hasta el 14 de mayo de 2025.