La sala donde llorará el papa y otros espacios clave del cónclave

En este cónclave son protagonistas los candidatos, pero también la iconografía y los espacios que rodean a esta cita de la Iglesia

La chimenea de la Capilla Sixtina es el centro de todos los focos desde las 10:00 horas de esta mañana. Es uno de los espacios protagonistas de este cónclave, que además de a los candidatos a nuevo papa, centrarán la atención estos días. Vamos a ver cuáles son y qué va a ocurrir en el interior de cada uno.

Chimenea de la Capilla Sixtina donde se espera la fumata blanca, señal de que el Cónclave ha elegido al nuevo papa entre los candidatos.
Chimenea de la Capilla Sixtina donde se espera la fumata blanca, señal de que el Cónclave ha elegido al nuevo papa entre los candidatos.

La Capilla Sixtina: el centro de todo

Es uno de los edificios más visitados e icónicos de la Ciudad del Vaticano, pero desde el pasado 28 de abril permanece cerrada con llave, o cum clave. Es de esta expresión latina de la que nace la palabra cónclave. Estará cerrada al público hasta que se conozca el nombre del nuevo papa, ya que es allí donde se reunirán los cardenales para votar.

Llegarán a la Capilla Paulina a las 16.30 horas para rezar y después se dirigirán a la Capilla Sixtina. Los cardenales se reunirán en su interior, cantarán el himno ‘Veni, Creator Spiritus’ y prestarán juramento. Esta estancia está acondicionada con bancos para el recuento de votos, tres mesas (una para los votos y dos para el escrutinio) y un horno donde se quemarán las papeletas. Para elegir al Papa será necesaria una mayoría cualificada de dos tercios, es decir, 89 votos.

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La Capilla Paulina

La Capilla Paulina s una famosa capilla en el Palacio Apostólico, que sirve como capilla del Santísimo Sacramento al interior del Palacio. Está separada de la Capilla Sixtina sólo por la Sala Regia. Recibe su nombre del papa Paulo III, quien encargó su construcción al arquitecto Antonio da Sangallo el Joven (1540). En la actualidad, la Capilla Paulina funciona como parroquia de la Ciudad del Vaticano.

La Sala de Lágrimas

Al alcanzar los dos tercios de los votos del Colegio Cardenalicio necesarios para ser elegido, el nuevo Papa escoge su nombre e inmediatamente pasa a una pequeña antecámara de la Capilla Sixtina, conocida como la “Sala de las Lágrimas”.

Esta sala se llama así porque en ese sitio, el nuevo pontífice está a solas tras aceptar su elección papal y antes de ser oficialmente proclamado ante el pueblo. Allí, se cree que llora ante la emotiva responsabilidad recibida como el nuevo Sucesor de san Pedro que lo convierte en el Vicario de Cristo en la Tierra.

En esta habitación, el nuevo sucesor de Pedro se despoja del color rojo de cardenal para ponerse las vestiduras papales blancas. La fama de este cuarto viene de una tradición que asegura que dentro de ella lloran los Papas recién elegidos al caer sobre ellos tanta responsabilidad.

Esto ocurre en el proceso de la “fumata blanca” y previo a su primera salida pública. Esto coincidirá también con su primera bendición Urbi et Orbi una vez que se conozca su nombre.

Vista de la "Sala de las Lágrimas", la pequeña sala junto a la Capilla Sixtina donde el Papa recién elegido se pondrá las vestiduras papales blancas por primera vez, antes del cónclave para elegir al próximo papa en el Vaticano, el 6 de mayo de 2025. Vatican Media

Sala de Lágrimas: Vista de la «Sala de las Lágrimas», la pequeña sala junto a la Capilla Sixtina donde el Papa recién elegido se pondrá las vestiduras papales blancas por primera vez.

La Casa de Santa Marta

Este proceso puede durar un día o varios meses. Y en este tiempo, la Capilla Sixtina permanece cerrada con llave y los cardenales dentro. Su residencia en este tiempo será la Casa de Santa Marta.

Construida bajo el pontificado de Juan Pablo II, se encuentra justo detrás de la Basílica de San Pedro. Anteriormente, los cardenales se hospedaban en unas incómodas e improvisadas habitaciones del Palacio Apostólico. En esta residencia, que también incluye una capilla, cada cardenal tiene una habitación y servicios propios de comida y lavandería.

La Casa de Santa Marta: es un edificio construido en 1996, adyacente a la basílica de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano. Conocida principalmente por ser la residencia de los cardenales electores durante los cónclaves a partir de su designación como tal por el propio Juan Pablo II .

La Casa de Santa Marta: es un edificio construido en 1996, adyacente a la basílica de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano. Conocida principalmente por ser la residencia de los cardenales electores durante los cónclaves a partir de su designación como tal por el propio Juan Pablo II .

Cada mañana, los cardenales que participan en el cónclave abandonan la residencia de Santa Marta y recorren a pie o en minibús los 500 metros que los separan de la Capilla Sixtina.

El alojamiento asignado a los purpurados consiste generalmente en habitaciones individuales con una cama sencilla y un crucifijo sobre el cabecero. La mayoría cuenta además con una pequeña sala contigua equipada con escritorio y un teléfono restringido exclusivamente a la red interna del Vaticano. La distribución de estos dormitorios se realiza por sorteo.

Desde el inicio del cónclave, los cardenales deben jurar secreto absoluto bajo pena de excomunión. Cualquier tipo de comunicación con el exterior (incluyendo el uso de teléfonos móviles, internet o la lectura de periódicos) está terminantemente prohibida, salvo en situaciones excepcionales.

Para garantizar este aislamiento, todas las áreas donde residen o trabajan los cardenales están equipadas con dispositivos que bloquean las señales de celulares y tabletas. Además, durante los traslados diarios hacia la Capilla Sixtina se corta el paso tanto a vehículos como a peatones.

El hermetismo del proceso no solo recae sobre los cardenales. Todo el personal implicado en el cónclave (conductores, cocineros, personal de limpieza, recepcionistas, enfermeros y médicos) lo hace. Participa en una ceremonia formal donde se compromete a guardar secreto absoluto sobre lo que ocurre en el interior del Vaticano.

Basílica de San Pedro

En la basílica de San Pedro también termina oficialmente el cónclave. Será con la proclamación del nuevo papa (“Habemus papam”) desde el balcón de la logia del templo.

Se trata de la iglesia más grande del mundo, con una superficie de 2,3 hectáreas, obra de arquitectos como Bramante, Miguel Ángel y Bernini, que se construyó entre 1506 y 1626.

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