Desde el pasado 19 de septiembre, el país entero está pendiente del volcán que abrió la tierra en Cumbre Vieja y que, desde entonces, no ha dejado de rugir llevándose por delante la forma de vida de miles de personas
El cambio en la dinámica eruptiva del volcán aún sin nombre ha hecho que muchos soñaran con un pronto final. Un descenso en los niveles de azufre emitidos, así como del tremor, hace a los más optimistas pensar en el principio del fin. Lo cierto es que ni el más instruido vulcanólogo, ni la legión de sismólogos y geólogos desplegados en la isla se atreve a especular aún con el agotamiento del «diablo» de Cumbre Vieja, como lo llaman quienes llevan casi dos meses sufriendo su poder devastador.
Los vecinos de Tajuya, el barrio que vive a los pies del volcán, sólo pueden esperar que el final llegue cuanto antes y ese monstruo de la naturaleza deje de rugir y arrasar con su forma de vida.
Un manto negro de cenizas
Barrer desde por la mañana a la noche. Barrer las casas, las calles, los tejados para que en unas horas la ceniza vuelva a cubrirlo todo de negro.
Si no fuera por el olor a azufre y porque cae del cielo parecería arena de la playa. Como si las playas de La Palma hubieran decidido mudarse a la ciudad. En los arcenes de las carreteras, en los container de obra, en las esquinas, por los rincones se amontona esta capa de ceniza salida de las entrañas del volcán.
Los cuerpos de seguridad y emergencias desplegados en la isla destinan parte de sus efectivos, de su tiempo y esfuerzo a tratar de salvar las viviendas que quedan en pie de la acción implacable de esta arena, cuyo peso amenaza las estructuras de las viviendas sobre las que cae.
¿Dónde tiran luego toda esa ceniza?
De momento, y mientras concluyan los análisis de la composición química de las cenizas, no queda otra que amontonarlas donde menos daño hagan, a la espera de poder destinarla a otros usos. Vecinos, operarios de limpieza, bomberos personal de la UME, policía y guardia civil colaboran tanto para retirar las toneladas de arena negra de casas y carreteras, como para asegurar las conexiones.
El capitán Romero, del segundo batallón de la UME con base en Morón, Sevilla, explicó a un equipo de Televisión Canaria cómo trabajan en la gestión de estos residuos, que a pesar de su minúsculo tamaño, amenazan con sepultar numerosas viviendas.
Según explica el capitán, cada zona tiene establecidos diversos puntos en los que acumularla de manera transitoria. En su caso, se encuentran desplegados en la zona sur, entre la Ermita y Las Manchas, tienen asignadas varias hoyas y planicies que pueden ir llenándose, protegidas por el viento, hasta que alguien los pueda retirar o se encuentre otro uso que darle.
Oficina de Atención a los Afectados
La Oficina de Atención a los Afectados por la erupción trabaja de lunes a domingo desde las 8:00 horas de la mañana hasta las 20:00 horas de la tarde. Lo que empezó con una mesa, una silla, papel y boli, cuenta ya con unos 50 trabajadores que atienden siete días a la semana a las personas que han perdido sus viviendas y terrenos debido a la erupción.
Sergio Matos, coordinador de Acción Social del Gobierno de Canarias, se sentó el día 28 de septiembre a recabar los datos de los primeros damnificados. Con el paso de los días y del territorio arrasado por la lava, este lugar ha ido creciendo y ya son 50 trabajadores, entre psicólogos, trabajadores sociales, voluntarios y personal de distintas ramas quienes recaban diariamente información necesaria.
Desde el miércoles 3 de noviembre se han realizado unos 300 registros, la mayoría de viviendas. Cada registro se realiza por vivienda/finca, por lo que, se estima que unas 700 u 800 personas ya han inscrito sus pérdidas.
Para responder a la urgencia de manera efectiva, no se pide ningún tipo de documentación más allá del DNI y los datos bancarios. Luego es el propio Gobierno canario quien se encarga tanto de «hurgar» en sus archivos y acceder a la información necesaria tanto de escrituras, catastro o vida laboral como de centralizar los datos recibidos en las distintas oficinas y administraciones.
Al ritmo que están realizándose las inscripciones, Matos se atreve a especular que a finales de noviembre esté todo el mundo registrado y puedan empezar a dar las ayudas a las familias.
Viviendas modulares y pisos para realojar a los afectados
A fecha de hoy, cuando se cumplen 50 días desde el comienzo de la erupción, el Gobierno de Canarias ha adquirido 300 viviendas modulares, que habrá que ubicar lo más pronto posible en el suelo que destinen para ello los distintos ayuntamientos. Una vez se distribuya el terreno sobre el que se puedan levantar, comenzarían las labores de saneamiento y urbanización del espacio.
En ese suelo habrá que colocar una torta de hormigón y establecer las conexiones, saneamiento, alumbrado, etc.
Además, se van a poner a disposición de los damnificados otro lote viviendas que el Gobierno de Canarias adquiera con carácter de urgencia a través de la empresa pública Visocan
La intención del Gobierno es tener a 107 familias realojadas de aquí a final de año. La semana que viene comenzarán los realojos en Fuencaliente (5 viviendas) y Tazacorte (13 viviendas).
Por el momento, se ha suspendido también el pago de la hipoteca, en caso de haberla, durante seis mese con solo pedirlo a su entidad financiera
¿Cuándo empezarán a llegar las ayudas?
Los ojos de toda Canarias están pendientes de los vecinos y vecinas de CumbreVieja. Ya han pasado 50 días y, por el momento, el volcán no da visos de agotamiento. Cruz Roja ha aportado ayuda directa en forma de tarjetas monedero de 400 euros mensuales por unidad familiar para gastar en comercios de la zona. Otras organizaciones y ayuntamientos aportaron la ayuda de urgencia en el momento de las evacuaciones y siguen manteniendo su cobertura en forma de cesión de viviendas, atención psicológica, legal o material.
El Gobierno de España ha garantizado 300 millones, de ayudas para la isla de los cuales 63 millones irán destinados a un Plan de Empleo para las personas afectadas. Teniendo en cuenta que el año pasado se destinaron 44 millones para toda Canarias, este paquete de urgencia da muestra del empeño de las administraciones para la reconstrucción de la isla.
Este mismo domingo, el Cabildo palmero ha puesto a disposición del Gobierno de Canarias la superficie de 7.646 metros cuadrados que estaba destinada al Auditorio Insular, en Los Llanos de Aridane, para instalar allí algunas de las viviendas, equipamientos y dotaciones básicas que puedan albergar un nuevo futuro para quienes lo han perdido todo con esta erupción.