El ente cameral cree que permitir el acceso a interiores de personas ya vacunadas o aumentar la vigilancia en las calles son medidas menos drásticas e igual de válidas
La Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife ha lamentado la decisión adoptada por el Gobierno de Canarias de situar a la isla en nivel 3 de alerta sanitaria. De hecho, ha advertido de que esto producirá «un importante impedimento para la recuperación de la economía que afectará, sobre todo, al sector servicios».
Desde este fin de semana entraron en vigor las nuevas medidas que, entre otras, limitan las reuniones a un máximo de cuatro personas o impiden el acceso al interior de bares y restaurantes.
Para el Pleno de la Cámara, se trata de «una solución genérica que probablemente sirva para mejorar la situación, pero tendrá un importante coste para las empresas y pymes que en los últimos meses estaban empezando a iniciar su recuperación». Considera que hubiera sido preferible «una solución a medida que se centre en los principales focos de contagio y no suponga un nuevo retroceso en nuestra economía».
El presidente de la Cámara, Santiago Sesé, ha insistido en que si la mayor parte de los contagios se producen en domicilios privados o en grandes aglomeraciones de gente «no tiene sentido castigar a los hoteles, bares y restaurantes en los que sí se respetan las medidas de sanidad e higiene».
Inversión
Además, Santiago Sesé aseguró que en algunos casos estos establecimientos «se han visto obligados a realizar una importante inversión para adaptarse a esta nueva realidad y ahora se están viendo seriamente perjudicados».
En este sentido, desde el Pleno de la Cámara se propone «la implementación de normas más restrictivas hechas a medida para la situación en la que se encuentra la isla». Así, desde la Cámara ven más sentido implementar un nivel 2 reforzado en lugar de las limitaciones que impone el nivel actual.
Desde el ente cameral se entiende que la imposición de medidas intermedias como solo dejar acceder a interiores a aquellas personas con la pauta de vacunación completa o aumentar la vigilancia en las calles para controlar posibles botellones son solo algunos ejemplos que podrían haberse realizado en lugar de las limitaciones para la hostelería que trae el nivel 3.