Esta ruta del vino coloca a la isla como referencia del enoturismo a nivel autonómico. 52 negocios divididos en bodegas, bochinches, tiendas especializadas, restaurantes, alojamientos, agroindustrias, guías e intermediarios turísticos
La Ruta del Vino de Gran Canaria se presenta al gran público. Tras un largo camino de preparativos, configuración de establecimientos y proceso de certificación, el producto enoturístico verá la luz. Se trata de la primera Ruta del Vino certificada de Canarias.
Entre los 52 establecimientos que dan pistoletazo de salida de la Ruta del Vino de Gran Canaria están incluidas 10 bodegas, 11 restaurantes, 7 alojamientos, 7 guías turísticos, 6 intermediadores turísticos, 6 tiendas especializadas, 3 establecimientos agroindustriales de valor turístico, y 2 bochinches.
Un total de 52 establecimientos iniciales, a los cuales se van a adherir los aspirantes que cumplan los requisitos en septiembre.
La Ruta del Vino de Gran Canaria busca fomentar las costumbres y ofrecer nuevas experiencias
La ruta abarca toda la geografía insular. Nace como proyecto para «fomentar todas nuestras costumbres, nuestra gastronomía…» según ha contado Jerónimo Marrero, propietario de la Bodega La Montaña.
Se busca ofertar al turista nuevas experiencias y también dotar a la isla de una marca reconocida y referente a nivel nacional.
La Ruta del Vino de Gran Canaria es un proyecto que cuenta como socios fundadores con el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida de Vinos de Gran Canaria, VINIGRAN, AIDER Gran Canaria, Activa Canarias y Gran Canaria Natural & Active.
Asimismo, el Cabildo de Gran Canaria, representado por la Consejería de Sector Primario y Soberanía Alimentaria, y la SPEGC (Sociedad de Promoción Exterior de Gran Canaria), actúan como socios protectores.
Además, la primera junta directiva compuesta cuenta con representantes de los restaurantes, tiendas especializadas e intermediación turística implicados en el proyecto.