La cloroquina no ayuda contra la Covid-19 y puede causar arritmias en personas con deficiencias cardiacas, según el estudio
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha decidido este viernes dar marcha atrás y retirar la orden al mérito científico a dos investigadores, uno de los cuales había realizado un estudio sobre la ineficacia contra el coronavirus de la cloroquina, el fármaco contra la malaria que el mandatario ha defendido durante toda la crisis sanitaria.
Los señalados por el presidente brasileños son el infectólogo Marcus Lacerda y Adele Benzaken, quien ya ejerció como directora del departamento encargado de analizar e investigar la enfermedad del sida y hepatitis virales del Ministerio de Salud antes de ser despedida con la llegada de Bolsonaro al Palacio de Planalto.
El jueves Bolsonaro había aprobado otorgar la Orden Nacional del Mérito Científico tanto a Lacerda como Benzaken, así como a otra serie de investigadores, «por sus relevantes contribuciones a la Ciencia, la Tecnología y la Innovación», aunque, finalmente, un día después, ha aparecido como revocado dicho reconocimiento a estas dos personas, tal y como ha mostrado el Diario Oficial de la Unión.
La aprobación de este reconocimiento es una prerrogativa del jefe del Estado, que avala los nombres presentados por el ministro de Asuntos Exteriores, tras ser aprobados previamente por el consejo en el que también están presentes los ministros de Ciencia y Tecnología, Economía y Educación.
El fármaco no ayuda contra la Covid-19 y puede causar arritmias en personas con deficiencias cardiacas
El estudio de Lacerda muestra cómo el uso de cloroquina, un fármaco contra la malaria y lupus, en pacientes con coronavirus no solo no sirve para nada, sino que además en dosis mayores puede provocar arritmias en personas con deficiencias cardiacas.
La repercusión de su informe le canjeó no solo críticas por parte de los entornos más incondicionales del presidente, sino también amenazas. Las autoridades tuvieron que destinar servicios de seguridad, recuerda el diario ‘O Globo’.
Durante el momento más álgido de la crisis sanitaria en Brasil, y con el estado de Amazonas siendo tan azotado por la pandemia –con imágenes de cementerios abarrotados en la ciudad de Manaos que dieron la vuelta al mundo–, Bolsonaro ironizó con el uso «masivo» de cloroquina, en referencia a una de las principales críticas que se le hizo al estudio, utilizar más dosis de las necesarias de este fármaco para sustentar así sus resultados negativos.
Por su parte, Benzaken, al frente de este departamento sobre el sida del Ministerio de Salud desde 2016, siempre ha explicado su destitución por una campaña de salud destinada a personas transexuales.