La calima está afectando en mayor medida a las islas orientales, donde la visibilidad es muy reducida
La calima se extiende a todas las islas este domingo. Por ello, continúa el aviso amarillo de la AEMET para todo el archipiélago por calima, que afecta especialmente a Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria y Tenerife. La presencia de polvo en suspensión reduce considerablemente la visibilidad, aunque los aeropuertos operan con normalidad.
La calidad del aire es extremadamente desfavorable en muchos puntos del Archipiélago. Un tiempo que afecta no sólo a personas con enfermedades respiratorias, también con dolencias cardíacas. La mala calidad del aire triplica lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud. En los últimos 20 años se ha triplicado el número de olas de calima que recibimos en Canarias por el cambio climático.
Aviso amarillo
El aviso amarillo por calima en Canarias continuará en la jornada de este lunes en Tenerife y las islas de la provincia de Las Palmas –Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura–, según ha informado la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
En concreto, se espera que haya polvo en suspensión que deje una visibilidad de unos 3.000 metros aunque localmente se podrían registrar valores de visibilidad algo menores.
Con todo, el aviso estará activo desde las 00.00 horas de este lunes y hasta las 00.00 horas del martes.
Sanidad recomienda a las personas más sensibles tomar precauciones por la calima en Canarias
La Dirección General de Salud Pública de Canarias ha recomendado a la población tomar precauciones como evitar la exposición prolongada al aire exterior, mantener las ventanas cerradas y no realizar esfuerzos físicos al aire libre.
En un comunicado, la Consejería de Sanidad ha señalado que el polvo en suspensión contribuye a resecar las vías respiratorias y, en muchas ocasiones, se puede provocar un agravamiento de afecciones o síntomas relacionados con enfermedades respiratorias, tales como el asma, personas con enfermedad obstructiva crónica (EPOC) que hacen que aumenten las visitas a los servicios de urgencias y los ingresos hospitalarios en algunos casos.
La exposición a este contaminante puede producir molestias torácicas, tos, palpitaciones, fatiga o incremento a la susceptibilidad a infecciones respiratorias, al menos durante los cinco días posteriores al inicio del episodio.
Por lo tanto, se recomienda a las personas sensibles a este tipo de episodios –como niños, ancianos y personas con enfermedades respiratorias o cardiovasculares crónicas– diferente medidas.
Entre ellas está no salir a la calle y mantener cerradas puertas y ventanas de las casas; realizar la limpieza de las superficies con el polvo con paños húmedos; mantenerse en ambientes húmedos e hidratarse; no realizar ejercicios físicos en el exterior; y en caso de empeorar los síntomas respiratorios llamar al 112.