La campaña oceanográfica en la que participan los investigadores de la ULPGC, lleva 20 días. Actualmente el Sarmiento de Gamboa está en el Océano Atlántico Sur
Investigadores de la ULPGC participan en la campaña oceanográfica SAGA34S de Chile a Sudáfrica. Ya han cumplido ya sus primeros 20 días en el mar a bordo del Sarmiento de Gamboa. Están estudiando las condiciones oceanográficas en la posición de 34,5 grados sur. Ahí es donde confluyen varias corrientes que forman parte de la gran Corriente Circular del Atlántico (AMOC en sus siglas en inglés).
Esta campaña, cuyo jefe científico es Alonso Hernández Guerra, director del Instituto de Oceanografía y Cambio Global (Iocag) de la ULPGC. También estará compuesta por una veintena de investigadores procedentes de la ULPGC, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Instituto Español de Oceanografía (IEO) y del Instituto Oceanográfico de San Diego (EEUU).
La campaña se extiende desde Chile hasta Sudáfrica
Alonso Hernández explica que “la campaña que estamos realizando actualmente en el Océano Atlántico del Sur a 34.5°C pretende determinar las variaciones que están ocurriendo en el océano y relacionarlas con el cambio climático. Para ello, medimos las propiedades del océano desde la superficie hasta el fondo por medio de una roseta que lleva incorporada varios sensores.»
La campaña comenzó en Punta Arenas (Chile) el 1 de febrero, después de una semana de cuarentena para cumplir el protocolo covid del CSIC. Según explica Hernández «ya estamos en la Cuenca Oeste del Océano Atlántico del Sur llevando a cabo la estación 18 de las 140 que pretendemos realizar. El total de días embarcados será de 45 días, finalizando en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) el 15 de marzo”.
Por parte de la ULPGC participan en la misma Adrián Castro Álamo, David Curbelo Hernández, Aroa De Pietri Troteaga, Javier Díaz Pérez, Tania Pereira Vázquez; Miguel Ángel Gutiérrez Guerra, Daniel Santana Toscano y Melania Cubas Armas, junto al investigador principal.
Objetivo de la campaña oceanográfica en la que participan los investigadores de la ULPGC
El objetivo de esta campaña oceanográfica es estudiar el flujo de retorno de la Corriente Circular del Atlántico. En el punto donde se harán las investigaciones confluyen una corriente del Pacífico, denominada ruta fría, y otra del Índico, denominada ruta caliente. Se van a tomar mediciones y datos que serán comparados con otros anteriores para conocer la variación de parámetros. Asimismo, hay otra corriente de agua de fondo que parte de la Antártida hacia el norte, que también va a ser evaluada.
Las corrientes superficiales que fluyen a lo largo de todos los océanos están relacionadas con las corrientes profundas. Estas corrientes son las que fluyen a profundidades superiores a 2000 metros, a través de lo que se ha denominado la Cinta Transportadora Global. Esta cinta transportadora nace en el Atlántico Norte, concretamente en el Mar de Labrador y Mares Nórdicos. Cuando la masa de agua superficial pierde calor, y, consecuentemente, disminuye su temperatura y, por tanto, aumenta su densidad. Este aumento de densidad provoca el hundimiento de esta agua, que fluye hacia el sur en la denominada Corriente de Frontera Oeste Profunda.
La Corriente de Frontera Oeste Profunda llega al Hemisferio Sur donde se une a la Corriente Circumpolar Antártica (CCA) que gira alrededor de la Antártida. Una de las ramas proveniente de la CCA se adentra en el Océano Indico, aflora hacia la superficie y forma la corriente superficial y parte de ella regresa al Océano Atlántico. Una segunda rama de la CCA penetra el Océano Pacífico, aflora y una parte de ella se dirige hacia el Océano Indico a través del mar que rodea a Indonesia y, por lo tanto, hacia el Océano Atlántico.
Todo lo anterior demuestra que todos los océanos están interconectados y, consecuentemente, las variaciones producidas en uno de ellos, repercutirán sobre todos los demás.
Efecto de la circulación oceánica sobre el clima
Para conocer los efectos que tiene esta circulación sobre el clima de la Tierra, nos situaremos, por ejemplo, en la zona del globo terráqueo que corresponde a América y Europa.
Escojamos dos ciudades situadas a la misma latitud, una en cada continente: Nueva York en América y Lisboa en Europa, por ejemplo. En un principio, podríamos pensar que la temperatura atmosférica de ambas ciudades debería ser muy similar teniendo en cuenta que las dos se encuentran a la misma latitud. Sin embargo, la realidad nos indica que existen importantes diferencias de temperatura entre ambas ciudades. En los meses de invierno la temperatura de Nueva York es 10°C inferior a la de Lisboa.
La diferencia entre la temperatura atmosférica de las dos ciudades viene determinada por la circulación oceánica de la Cinta Transportadora Global.
Avanzar en el conocimiento de la Cintra Transportadora Global
Una vez reconocida la existencia de la Cinta Transportadora Global el siguiente paso es determinar su magnitud y su variación a lo largo del tiempo. De esta forma se conoce su repercusión en el cambio climático.
A este propósito respondía en los años 90 el desarrollo del proyecto internacional WOCE. WOCE son las siglas en inglés que quieren decir Experimento de la Circulación Oceánica Mundial que se llevó a cabo en las secciones transoceánicas que cubrieron todos los océanos del mundo a unas latitudes y longitudes determinadas. Este proyecto WOCE se convirtió en el proyecto internacional GO-SHIP que pretende seguir llevando a cabo secciones transoceánicas en todos los océanos para determinar su variación.