Unos conductos que ya estaban construidos han permitido salvar parte del agua de la presa. Llegan hasta un depósito de Montaña La Data y, a continuación, pasan al Salobre. Desde ahí, se distribuyen a todas las zonas sur y sureste de Gran Canaria
Los buzos que trabajan en la reparación de la avería en la presa de Ayagaures, en Gran Canaria, ya han logrado reducir el caudal de la fuga.
Unos conductos que ya estaban construidos han permitido salvar 30 litros por segundo del agua que sale de la presa. Llegan hasta un depósito de Montaña La Data y, a continuación, pasan al Salobre. Desde ahí, se distribuyen a todas las zonas sur y sureste de Gran Canaria.
Plataneras, caña de azúcar, aguacatero, papayeros y mangas son los cultivos que son regados por esta agua en una comunidad de regantes que aglutina a 150 personas. Sin embargo, la rotura de la válvula ha provocado que el agua de las medianías del sur de Gran Canaria viajen más lejos, para aprovecharla.
Desde ahí, gracias a la red de distribución de presas que atraviesa la isla, el agua que ha podido ser recuperada es trasladada hasta los embalses de Corralillo, en Agüimes. Un circuito que se realiza de manera inversa al tradicional, pero que ayuda a regar muchas plantaciones y, sobre todo, evita que el agua de lluvia de Ayaguares muera en el mar.