Alberto consiguió que le operaran de artrosis en sus caderas tras varias reclamaciones al Hospital Insular de Gran Canaria. La lista de espera era de más de dos años
La lista de espera para operaciones quirúrgicas está produciendo retrasos de años. Alberto, docente interino, lo sabe bien. Un problema de artrosis en ambas caderas requería de una intervención urgente. Sin embargo, el tiempo de espera era de más de dos años. Por ese motivo, Alberto decidió reclamar. Explica que tras varias reclamaciones en el Hospital Insular de Gran Canaria, su proceso se aceleró y le atendieron en un hospital privado a través de la Seguridad Social.
«Mi proceso era muy degenerativo, tenía muchos dolores y me era imposible incorporarme a mi puesto de trabajo. Con las reclamaciones, el tiempo de espera se acortó», cuenta.
Las listas de espera se han visto afectadas principalmente por la falta de órganos de gestión y de personal administrativo. Esas demoras provocan un perjuicio en el paciente, y el caso de Alberto no es el único. Otros pacientes también se han animado a reclamar bien personalmente o bien a través de un abogado.
La abogada Elena Pérez-Prat explica que hay que valorar las circunstancias personales de cada cual. «El paciente tiene departamentos que le informan de sus derechos para que la Seguridad Social proceda a derivarle a un centro concertado, o bien proceda a ponerle en un lugar de preferencia», señala.
Con todo, dice que existen circunstancias que justifican la tardanza de las operaciones, pero ante tal circunstancia «los pacientes tienen derecho a reclamar y a acreditar la urgencia de la operación«.
El coste de recurrir a un profesional no supera los 400 euros, dependiendo del caso. Una cantidad que también podría ser reclamada acreditando los perjuicios causados por la demora.