Esta madrugada San Cristóbal de La Laguna, en Tenerife, acogió la procesión del Silencio
La procesión del Silencio es una de las más emotivas en el municipio de San Cristóbal de La Laguna. Cuando el reloj marca las diez de la noche, las luces se apagan y las calles quedan a oscuras ante el paso de la imagen del Cristo, acompañado por numerosos fieles. La luz, que portan los cofrades es el elemento que destaca en la noche lagunera, además de las cadenas.
Las cadenas que muchos cofrades portan, incluso descalzos. Este año ninguna cofradía ha querido perderse esta cita. Tras unos minutos, sucede el momento más emocionante: la salida del difunto. El silencio se rompe, entonces, por las pequeñas campanas que porta la imagen y la firme marcha.
Bien Interés Cultural
Por procesiones como esta, y el gran valor patrimonial, artístico e histórico, el Consistorio local quiere que la Semana Santa lagunera se convierta en Bien de Interés Cultural.