Pedro Guerra entrevista a Rosa Kraus, hija del célebre tenor
Televisión Canaria emite este miércoles 29 de junio a las 22.25 horas un episodio de ‘Confesiones’ dedicado a la memoria de Alfredo Kraus, uno de los mejores tenores de la historia.
Junto a Rosa Kraus, hija del tenor, el programa realiza un amplio recuerdo por la destacada figura de su padre dentro del mundo de la música. Rosa asegura haber vivido una infancia “marcada por las ausencias” debido a los viajes de sus padres, que eran continuos dada la apretada agenda de un afamado artista al que conocían en la época como ‘El Ruiseñor’ o ‘El príncipe de los tenores’.
Su hija Rosa, que ahora preside la Fundación que lleva el nombre de su padre, rememora el cariño que le brindan por todo el mundo cuando se menciona el nombre de Alfredo Kraus, especialmente en Canarias, tierra que ocupó un lugar muy importante en su vida. Rosa destaca que siempre hizo gala de sus raíces canarias y que las Islas fueron esencial en su vida. El recuerdo familiar también trasciende a la figura de Rosa Blanca Ley, esposa del tenor que falleció en 1997. Su muerte hundió a Alfredo Kraus, que se sumió en una profunda tristeza dejando de cantar durante un año porque no le salía la voz.
Ese mismo año, el 5 de diciembre, se abrieron las puertas por primera vez del Auditorio Alfredo Kraus, uno de los enclaves más simbólicos de la capital grancanaria junto a la Playa de Las Canteras. La inauguración del recinto fue presidida por el entonces príncipe de Asturias, hoy Rey Felipe VI, acompañado por el propio tenor canario en una velada que se cerró con un concierto en su sala principal, la Sala Sinfónica, a cargo del Coro y la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria -bajo la batuta de Adrián Leaper-, la Coral Polifónica de la ULPGC, y la pianista Alicia Larrocha.
Infancia y trayectoria
Alfredo Kraus Trujillo nació en Las Palmas de Gran Canaria el 24 de noviembre de 1927. Fue el segundo de los cuatro hijos de Otto Kraus, natural de Viena, y de Josefina Trujillo, natural de la capital grancanaria. Su relación con la música comenzó con solo cuatro años, iniciando los estudios de piano y a partir de los ocho empezó a formar parte del coro infantil del Colegio del Corazón de María (ahora Claret). A los 17 años Alfredo se integra en las filas del Coro de la Sociedad Filarmónica y de la Coral Polifónica de Las Palmas. Posteriormente continuó su formación vocal fuera de la Isla, pasando por lugares como Barcelona, Valencia o Milán.
En enero de 1956, después de firmar su primer contrato profesional para la Ópera de El Cairo, Kraus se estrenó en Portugal en 1958 con la antológica producción de La Traviata. Fue a partir de ahí cuando se da inicio a una carrera fulgurante, presentándose en los teatros y las salas de conciertos más importantes de todo el mundo. Se convirtió en un fenómeno musical aclamado allá donde iba con un repertorio operístico en el que figuran obras como Don Giovanni o Los Cuentos de Hoffmann, entre muchas otras.
Reconocimientos
Alfredo Kraus falleció el 10 de septiembre de 1999 en Madrid. Sus restos reposan desde 2009 junto a los de su esposa en el Panteón de los Ilustres del Cementerio de Vegueta de Las Palmas de Gran Canaria. A lo largo de toda su carrera, Alfredo Kraus recibió numerosas condecoraciones y galardones, como la Gran Cruz de la Orden de Alfonso X El Sabio, el grado de Comendador de número de la Orden de Isabel la Católica, el grado de Caballero de la Legión de Honor de Francia, la Gran Cruz de Honor de las Ciencias y las Artes de Austria, el Premio Enrico Caruso de Italia, el Premio Metropolitan Opera House de Nueva York o el título de Kammersänger de la Ópera de Viena, entre otros.