El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, dio apertura al Acto Institucional y posteriormente, tuvo lugar el tributo a los fallecidos en la mar, emigrantes e inmigrantes, y el homenaje en reconocimiento a la isla de La Palma tras casi un año de la erupción volcánica
La Gomera y la República de Perú estrecharon lazos en el Acto Institucional de la LXI edición de las Jornadas Colombinas que recobró la normalidad en su programación tras la pandemia. El Parque de la Torre del Conde fue el escenario elegido para conmemorar el 530 aniversario de la partida de Cristóbal Colón hacia el descubrimiento de América, en una tarde marcada por el patrimonio cultural que vinculan a ambos lados del Atlántico.
Vínculos entre Canarias y América
El presidente de Canarias agradeció al presidente del Cabildo su invitación para compartir, “un año más y como un gomero más” estas Jornadas Colombinas, y en su nombre y el del Gobierno agradeció asimismo la presencia del embajador de la República del Perú en España. “Perú, que el año pasado apostó por el cambio y por políticas más progresistas e integradoras en un contexto global de grandes dificultades, siempre ha sido un país hermano”, añadió.
Sobre ese contexto global, habló de las dramáticas consecuencias de la invasión de Ucrania. “Además de muerte y destrucción, está mermando la recuperación económica de una crisis mundial en la que nos sumió la pandemia de 2020 y que aún arrastramos. Ese no es el mundo que queremos. No es el mundo al que aspiramos, ni por el que trabajamos ni al que dedicamos nuestros esfuerzos”, recalcó.
Destacó los vínculos emocionales y fraternales que se han forjado durante siglos entre Canarias y América. “Es un honor y un placer que, en este mundo convulso y en esta época difícil que nos ha tocado vivir, podamos celebrar lazos de unión entre los pueblos”.
En relación a la erupción de La Palma, recalcó la unidad, la solidaridad, y el esfuerzo conjunto. “Condensan los valores que hoy deberían primar en nuestras acciones. Los valores humanos, sociales y de convivencia que queremos”, ahondó“. Ojalá esos valores fueran los que conquistaran al resto del mundo, los que se extendieran más allá de nuestras fronteras”, concluyó.
Por su parte, el presidente del Cabildo, Casimiro Curbelo, hizo hincapié en abordar el futuro desde los valores que unen a cada orilla del Atlántico, “en un mundo que se construya desde lo que nos une y no sobre lo que nos separa”. En este sentido, señaló la huella que los canarios han dejado en América, “donde brillaron artistas, empresarios, religiosos y militares”, y que canalizaron las influencias recibidas desde América sobre la cultura, la música y el lenguaje.
Señaló elementos comunes que hoy perduran como aspectos arquitectónicos, productos como la papa o los paisajes aterrazados. “Unas cosas fueron y otras volvieron. Perú nos mandó muchas vivencias y costumbres que arraigaron entre nosotros y que son reflejo de la unidad en la que creemos”, manifestó el presidente, antes de poner en valor el esfuerzo de miles de personas que “superior amar y crear; luchar por su país y sus ideas, y que construyeron la historia de la que provenimos todos los que estamos aquí: españoles, venezolanos, colombianos, peruanos y cubanos”.
Durante parte de su intervención, Curbelo hizo referencia al actual contexto internacional al que calificó como “una nueva era de conflictos, que nacen”, dijo, “de sentimientos encontrados ante un planeta en peligro climático y una humanidad que parece haber olvidado de que son la paz, la cooperación, la amistad y la concordia lo que ha formado la base del progreso”.
«Una tierra acogedora»
El embajador, Óscar Maúrtua de Romaña, mostró su satisfacción por el hecho de que uno de los primeros actos en España sea visitar La Gomera, en sus palabras, «una tierra acogedora, muy querida, muy apreciada, en la que evocamos el mensaje de Colón, lo que supone el encuentro de dos civilizaciones». Asimismo, puso en valor la trascendencia de que a las islas llega por primera vez la papa peruana, «la que alimenta el planeta».
Agradeció, asimismo, la hospitalidad recibida, a la par que auguró la realización de experiencias y proyectos conjuntos. «Aquí se ha evolucionado muchísimo, y hemos explicitado potencialidades en torno al intercambio académicos, al igual que hemos valorado el contenido del Museo de la Casa de Colón, con piezas peruanas, y el hermanamiento entre la ciudad peruana de Puno y la Virgen de Candelaria», indicó. «Todo ello va a suponer vínculos que esperemos sean de beneficio mutuo, como debe ser la auténtica diplomacia constructiva y expresiva, para nuestros pueblos», recalcó.
La rectora de la Universidad de La Laguna, Rosa Aguilar, citó un poema de Pedro García Cabrera para introducir la idea del mar que une como hilo conductor de una intervención en la cual, en primer lugar, se refirió al país homenajeado este año, Perú. Así, señaló algunas vinculaciones históricas y culturales que unen ambas regiones, como el origen en el altiplano andino de la papa, uno de los productos de referencia en la gastronomía canaria. También recordó las figuras de algunos canarios notables en los inicios de la historia peruana tras la llegada europea, como Sebastián y Baltasar de Castilla y Antonio de Oré. Esta parte cerró con un repaso de la singular orfebrería en plata que, procedente del país sudamericano, ha llegado a las islas.
La segunda parte de la intervención comenzó con la advertencia de que “la mar se muere”, como idea motriz para reflexionar sobre el desafío medioambiental que vive actualmente la humanidad, ante el cual la rectora señaló que caben tres actitudes: el indeseable negacionismo, ensimismarse en el pánico y la que ella prefiere: hacer lo posible para paliar esos efectos adversos. Para lograrlo, valoró la aportación que la ciencia puede hacer al respecto y también apeló a la responsabilidad individual pues, independientemente de lo que puedan abordar las grandes instituciones, cada persona puede aportar mucho en su día a día al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Reconocimiento a la sociedad palmera
En esta ocasión, el acto tuvo un espacio dedicado a la sociedad palmera a unos días de que se cumpla un año de la erupción volcánica. Por ello, tanto Torres como Curbelo hicieron entrega de una escultura representativa de la fortaleza y la capacidad de superación de los ciudadanos de esa isla. Al reconocimiento se sumó el presidente del Cabildo de La Palma, Mariano H. Zapata; la alcaldesa de Los Llanos de Aridane, Noelia García; y el alcalde de El Paso, Sergio Rodríguez.