‘Borrados del mapa’ refleja refleja la lucha de los habitantes del Valle de Aridane por salvaguardar sus sentimientos y la memoria colectiva de su vecindario tras la erupción
Siguiendo con el contenido divulgativo de la «Semana del volcán», Televisión Canaria estrena este martes 20 de septiembre a partir de las 20.00 horas el tercer y último documental dedicado al fenómeno geológico cuando se ha cumplido su primer aniversario.
El documental “Borrados del mapa” fue realizado en los meses en los que aún el volcán estaba activo. Es un recorrido sentimental y geográfico por un territorio y una sociedad devastada. El documental narra la lucha de los habitantes del Valle de Aridane por salvaguardar sus sentimientos y la memoria colectiva de su vecindario tras la erupción. Su conmoción cuando les dieron sólo diez minutos para recoger lo que consideraran más importante y abandonaran sus casas. Su sufrimiento cuando, en menos de una semana, la lava arrasó sus viviendas y las de sus familias, se llevó por delante sus calles y tierras de cultivo y les dejó sin recursos económicos.
El documental se centra en aquel presente y refleja la experiencia de un grupo de vecinos afectados que, perfectamente, podrían resumir el sentimiento mayoritario de la sociedad palmera en esos días. Es una recopilación de testimonios estremecedores en los que enumeran sus pérdidas materiales y emocionales y en el que, por primera vez, se documenta una terapia de grupo. En estas sesiones, lideradas por una psicóloga, se dejan al descubierto territorios íntimos muy fracturados y un duelo difícil porque el volcán aún no había cesado su actividad. Al tiempo, la terapia consigue construir y estrechar lazos afectivos y de apoyo entre los protagonistas.
“Borrados del mapa” refleja la importancia del apoyo psicológico en estos casos en los que las personas se quedan en estado de shock y es necesario trabajar su dolor por la pérdida de una casa, un pueblo entero y, en definitiva, de su propia identidad. Tiene como particularidad, además, de que no podía ajustarse a ningún guion previo puesto que, obviamente, dependía de evolución del volcán y de los propios protagonistas. Es un documento de lo que fue y nunca volverá a ser porque sus bienes físicos y espirituales han sido, literalmente, borrados del mapa.