La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha defendido en el Congreso el proyecto de Presupuestos para 2023
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha asegurado este miércoles que «va a tender la mano a todo el mundo» para negociar los presupuestos de 2023. Ha pedido a los grupos políticos que «eleven la mirada» y piensen en cómo «todo lo que está pasando (…) impacta en la vida de la gente«.
En la defensa en el Congreso del proyecto presupuestario de 2023, que afronta siete enmiendas de totalidad, Montero ha cargado contra los grupos que en lugar de hacer una oposición «constructiva» intentan «deslegitimar» al Gobierno, una actitud que, ha asegurado, «daña» la democracia y la política».
«Tiendo la mano para mejorar las cuentas públicas en las enmiendas parciales», ha subrayado, al tiempo que ha afeado a «los que tienen decidido su no» que «la gente de este país no va a entender que en un momento como el actual haya grupos que prefieren ponerse de perfil».
Un contexto de «extrema volatilidad»
La ministra ha defendido que contar con unos presupuestos «supone sin duda una señal de fortaleza, seguridad, fiabilidad y solvencia» en un contexto de «extrema volatilidad» en que los organismos internacionales prevén una «desaceleración económica generalizada» con riesgo de recesión en algunos países.
Este contexto económico puede llevar a un «clima de mayor descontento social», ha reconocido la ministra, que «de alas a los populismos extremos» y, por ello, las cuentas pretenden «acompañar a la mayoría social».
El estado del bienestar, ha subrayado, no es «un gasto superfluo» sino «justicia social» y «eficiencia económica» porque «la riqueza de un país la crea el conjunto de los ciudadanos, no una élite económica».
Montero también ha defendido la revalorización de las pensiones con la inflación porque «no hay nada que atente más contra la equidad que empobrecer a quienes no tienen margen para combatir la inflación» y ha afeado que «intentar enfrentar jóvenes y mayores no es serio, es mezquino».
Inflación
En su intervención, la ministra ha repasado las principales cifras del Presupuesto y aclarado que no incluye la extensión de las medidas extraordinarias para paliar la inflación -un objetivo al que ya se han destinado 35.000 millones-, algo que se concretará en el mes de noviembre y para lo que hay margen ante la «prudente» previsión de ingresos.
En ese sentido, ha defendido que «este país merece un debate en profundidad sobre la fiscalidad«, evitando «posiciones demagógicas y cortoplacistas», porque la teoría de que bajar impuestos eleva la recaudación «no funciona y nunca lo ha hecho».
Ha asegurado que la rebaja fiscal para rentas bajas incluida en las cuentas permitirá ahorrar 746 euros anuales en IRPF a un trabajador con un salario de 18.500 euros, cuando la deflactación de la tarifa que esgrime el PP solo supondría «30 o 35 euros al año para cada contribuyente».
También ha defendido las medidas de gasto porque apoyarán al tejido productivo y mejorarán los servicios públicos, lo que equivale a 11.000 euros adicionales de renta para un hogar con dos adultos y dos niños.