La Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, en base a la predicción meteorológica y en aplicación del plan de emergencias de la comunidad autónoma, ha desactivado la alerta por lluvias en las islas de la provincia occidental
En zonas como Puerto de la Cruz se registraron más de 60 litros por metro cuadrado. En Adeje se superaron los 40 litros, y hasta los 30 en Güímar.
En algunos puntos de La Gomera, la borrasca ocasionó desprendimientos.
En Tenerife, el agua caída ha empeorado la situación que viven en una calle de La Laguna, en La Cuesta. Los vecinos soportan unas obras que, pese a estar declaradas de emergencia, no avanzan como ellos quisieran. En septiembre un socavón se tragó un vehículo y este lunes se desprendió otra parte de la calzada.
Continúa en vigor las alertas por viento y calima
No obstante, se mantiene en vigor la alerta por vientos del este y sureste moderado fuerte generalizado en costa, medianías y cumbres, con velocidades medias de entre 30 y 60 km/h o superiores en las cumbres, con probables rachas muy fuertes, superiores a los 70 km/h y 90 km/h.
De forma puntual, precisan desde el Gobierno, no son descartables rachas huracanadas (superiores a 120 km/h) por aceleraciones a sotavento.
Las rachas de viento más intensas afectarán a las vertientes norte y oeste de las islas y a La Graciosa.
La Dirección General de Emergencias y Seguridad del Gobierno de Canarias ha extendido la situación de alerta por calima a todo el archipiélago.
El polvo en suspensión será generalizado con visibilidades inferiores a 1.500 metros.
Las concentraciones serán generalizadas entre 640 y 1.240 microgramos de polvo por metro cúbico de aire, según precisa la nota enviada este lunes por el Gobierno
Recomendaciones a la población por la calima
La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, a través de la Dirección General de Salud Pública, y ante la previsión de presencia de calima para los próximos días, recomienda a la población tomar precauciones. Entre ellas evitar la exposición prolongada al aire exterior, mantener las ventanas cerradas y no realizar esfuerzos físicos al aire libre.
El polvo en suspensión contribuye a resecar las vías respiratorias y, en muchas ocasiones, se puede provocar un agravamiento de afecciones o síntomas relacionados con enfermedades respiratorias, tales como el asma, personas con enfermedad obstructiva crónica (EPOC) que hacen que aumenten las visitas a los servicios de urgencias y los ingresos hospitalarios en algunos casos.
La exposición a este contaminante puede producir molestias torácicas, tos, palpitaciones, fatiga o incremento a la susceptibilidad a infecciones respiratorias, al menos durante los cinco días posteriores al inicio del episodio.
Por lo tanto, se recomienda a las personas sensibles a este tipo de episodios -como niños, ancianos y personas con enfermedades respiratorias o cardiovasculares crónicas las medidas siguientes:
-No salir a la calle y mantener cerradas puertas y ventanas de las casas.
-Realizar la limpieza de las superficies con el polvo con paños húmedos.
-Mantenerse en ambientes húmedos e hidratarse.
-No realizar ejercicios físicos en el exterior.
-En caso de empeorar los síntomas respiratorios llamar al 1-1-2.