El robot se sumará a las labores de búsqueda después de que un primer vehículo submarino no haya sido capaz de encontrar el buque hundido
La búsqueda del tripulante desaparecido del pesquero Vilaboa Uno llega este viernes a su quinto día, a la espera del robot de Salvamento Marítimo capaz de actuar en condiciones difíciles de mar y corriente, que puede tardar «varios días» en llegar.
El robot se sumará a las labores de búsqueda después de que un primer vehículo submarino a control remoto de la Guardia Civil no haya sido capaz, pese a tocar fondo a 130 metros en la zona del hundimiento, de encontrar el buque hundido. En cuyo interior se cree que podría estar Walter Ferreiro, el desaparecido en el naufragio que se cobró la vida de otros dos pescadores.
Proceso de varios días
Desde este jueves se prepara en el puerto de Ferrol (A Coruña) el buque Don Inda, que embarcará el Rov Comanche de Salvamento Marítimo, que tiene que calibrarse, probarse e instalarse a bordo del propio barco, un proceso que «puede llevar varios días». Y a los que hay que sumar el traslado vía marítima a Santander, según ha informado la Delegación del Gobierno en Cantabria.
Otros dispositivos en la búsqueda del marinero del Vilaboa
Además del semisumergible robótico de la Guardia Civil, estos días trabajan en la zona para encontrar al marinero la embarcación Salvamar Deneb, el buque María de Maetzu -que transporta al robot-, el helicóptero Helimer y el avión Sasemar 102, la patrullera Río Aller, y el helicóptero y el avión de ala fina de la Guardia Civil.
La familia del marinero desaparecido, de origen peruano, ha reclamado a las autoridades que «no cesen» en su búsqueda. «Busquen a mi padre, no paren de buscarlo: hagan lo posible», suplicó su hijo en declaraciones ante los periodistas.
El Vilaboa Uno se hundió en la madrugada de este lunes con diez tripulantes, siete de los cuales fueron rescatados por embarcaciones que estaban en la zona. Tras avisar a Salvamento Marítimo de que tenía una vía de agua en el casco y se estaba hundiendo.
El naufragio se cobró, a causa de sendas hipotermias, la vida de un marinero de Santander, al que el barrio pesquero despidió este jueves con un funeral. Y la de otro procedente de Ghana, a cuya familia se busca en ese país a través de la embajada.
También por hipotermia resultó herido grave uno de los siete tripulantes rescatados, que fue trasladado al Hospital de Valdecilla. Y fue dado de alta el mismo lunes. Los otros seis pescadores recibieron atención psicológica.