Las residencias de mayores en Canarias: “El virus no está entre los usuarios”

Todo empezó en La Gomera: el primer positivo en España, pero también el primer positivo en Canarias en una residencia de mayores. Se detectó a finales del mes de febrero la infección de una trabajadora, que tuvo que ser ingresada, y se aisló a los usuarios. Entonces solo era el quinto caso pero ya alertó de las medidas que se debían tomar en los centros de mayores.



Canarias está a la cola de las comunidades autónomas en personas infectadas por habitante. En las residencias de ancianos la situación es similar. Hasta el momento son cinco las personas fallecidas que vivían en una residencia, y todas en Tenerife: una en Fasnia, tres en Jardines de San Marcos y una en Santa Rita, en Puerto de la Cruz. Es un porcentaje mínimo del total de más de 3.000 personas fallecidas con coronavirus en residencias de ancianos en España. Con una población similar a la de Canarias, en Castilla y León son más de 700 los ancianos fallecidos por el virus que vivían en una residencia



En Santa Rita hay unos veinte afectados más, dos de ellos aislados porque compartían habitación con la persona fallecida. En Tegueste hay cinco personas aisladas en la residencia y otras once en el hospital, además de varios trabajadores. En Fasnia hubo más de treinta positivos que fueron trasladados al hospital.



En Gran Canaria dio positivo una trabajadora de la residencia de El Pino. Es personal administrativo, se hizo la prueba a su entorno y dieron negativo.



En Las Cabreras, el centro de alzheimer en Lanzarote, se han registrado cuatro positivos, una doctora, otro sanitario y dos usuarios. El Cabildo desalojó la residencia, realojó a los usuarios en un hotel, desinfectó el centro y volvió a alojar a los usuarios en la residencia. Por otra parte, en estos centros solo se hacen test si alguien da positivo previamente.



La consejera de Asuntos Sociales del Cabildo de Gran Canaria, Isabel Mena, señala que se tomaron medidas cinco días antes de que se decretara el estado de alarma. Se prohibieron las visitas a familiares y se cerraron las residencias como centros de día. En lasr esidencias más grandes como Taliarte, Sabinal o El Pino se ha tomado la medida de dividir a los trabajadores, que son los que puede llevar el virus, por grupos. Así, solo atienden a un grupo de unos veinte usuarios para evitar un brote masivo. “El virus no está entre los usuarios”, señala Mena, que añade que cada día se hacen controles de síntomas a usuarios y trabajadores: “Pensamos que era mejor pasarse que quedarse cortos”. “No se sabe si han funcionado, las medidas ojalá sea así, aunque nada es infalible parece que está empezando a dar resultado”, asegura.



El Cabildo de Tenerife también comenzó pronto con las medidas, días antes del estado de alarma. Fuentes del Cabildo señalan que se están siguiendo las indicaciones que estableció el Gobierno de Canarias, las mismas que en Gran Canaria. Además la corporación tinerfeña está habilitando plazas provisionales en sus centros de mayores con aquellas personas que estaban ocupando camas de agudos en el Hospital Universitario.



En Gran Canaria hay más de 5.500 plaza sociosanitarias, tanto residenciales como de centro de día, y en Tenerife unas 6.000. En el Archipiélago son más de 12.000 las plazas para mayores y dependientes, entre unos 130 centros públicos y privados. Solo ha habido brotes conocidos hasta ahora en seis de ellas, y no se han registrado en Fuerteventura, El Hierro ni La Palma.

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