El autoproclamado «presidente encargado» de Venezuela, Juan Guaidó, ha pedido a la comunidad internacional que apoye la propuesta lanzada el martes por Estados Unidos para emprender una «transición democrática» en la nación caribeña, por considerar que es la mejor opción para evitar una «catástrofe humanitaria».
«Hacemos un llamado a toda la comunidad internacional para sumar esfuerzos de manera urgente en la consolidación de un gobierno de emergencia nacional y la implementación del plan de emergencia nacional para impedir una catástrofe humanitaria en nuestro país», ha dicho el gabinete de Guaidó en un comunicado.
El «presidente encargado» ha esgrimido que el «gobierno de emergencia nacional» permitirá que Venezuela pueda «acceder a la ayuda y la financiación internacional que necesita, para lo cual es imprescindible la salida de Nicolás Maduro del poder».
Ha valorado en concreto que Estados Unidos «haya planteado la serie de pasos y condiciones que los jerarcas de la dictadura (…) deben cumplir para lograr el levantamiento de las sanciones que han ocasionados su comportamiento criminal».
Guaidó ha reiterado su «total disposición a dar todos los pasos que sean necesarios para lograr una salida a esta crisis». «Ningún cargo o posición política puede estar por encima del pueblo», ha defendido.
La propuesta de Estados Unidos
Estados Unidos ha propuesto que Maduro y Guaidó «se hagan a un lado» para que representantes del ‘chavismo’ y la oposición creen un Consejo de Estado que asuma el Poder Ejecutivo y guíe a Venezuela hacia unas elecciones presidenciales y parlamentarias «libres» que se celebrarían de forma simultánea en el plazo de seis a doce meses.
Según este Marco para la Transición Democrática en Venezuela, Maduro desaparecería del mapa político –«Nunca volverá a gobernar», según dijo el secretario de Estado, Mike Pompeo–, mientras que Guaidó seguiría como jefe de la Asamblea Nacional y podría ser candidato.
A cambio, Estados Unidos realizaría importantes concesiones al ‘chavismo’. Así, las sanciones se levantarían a medida que se cumpliera esta ‘hoja de ruta’, se elaboraría una ley de amnistía para todos los «delitos políticos», excepto los crímenes de lesa humanidad, y se retiraría la denuncia contra Maduro en el Tribunal Penal Internacional (TPI).
Guaidó ha hecho suya esta propuesta porque recoge en parte la que hizo la delegación opositora en el último diálogo para que tanto el «presidente encargado» como Maduro dieran paso a un gobierno de transición con miras a unas elecciones «creíbles».
Además, en los últimos días ha insistido en la necesidad de crear un «gobierno de emergencia nacional» para hacer frente a la pandemia de coronavirus en Venezuela, alertando de que el país es especialmente vulnerable por la crisis humanitaria que sufre desde hace años.
Apoyo internacional
La Organización de Estados Americanos (OEA) ha considerado que «el plan presentado constituye una propuesta válida para un camino hacia el fin de la dictadura usurpadora y la restauración de la democracia en el país».
Colombia también ha aplaudido la propuesta estadounidense porque coincide con su posición y la del Grupo de Lima «sobre la urgencia de avanzar hacia una solución política, pacífica y liderada por los propios venezolanos» que esté orientada «a lograr el pleno restablecimiento de la democracia en Venezuela».
«Para Colombia ha llegado el momento de enviar un mensaje claro e inequívoco a los venezolanos sobre la urgente necesidad de poner fin a la crisis que los ha condenado, durante los últimos años, a la pobreza y a la violencia y reiterar su disposición de contribuir a la reconstrucción del país, una vez retorne la democracia», ha dicho en un comunicado.
Desde Europa, Portugal ha saludado igualmente la ‘hoja de ruta’ de Estados Unidos porque «puede constituir un paso decisivo en el sentido de permitir alcanzar una solución negociada para la grave crisis que viene atravesando» Venezuela. En su opinión, en plena pandemia, «es el momento de superar las diferencias políticas para hacer frente a los enormes desafíos a los que se enfrentan todos los venezolanos».
«En este contexto, hacemos un llamamiento a todos los actores políticos venezolanos para que consideren, con sentido de Estado y responsabilidad, el Plan de Transición Democrática y apelamos a la comunidad internacional para que continúe desarrollando todos los esfuerzos que conduzcan a una solución pacífica», ha pedido el Ministerio de Exteriores portugués.
En la misma línea, el canciller de Austria, Sebastian Kurz, ha respaldado la idea de Washington aduciendo que «la situación humanitaria en Venezuela requiere un gobierno de unidad nacional». «Los actores políticas de todas las partes deben trabajar juntos para mitigar la crisis del Covid-19 y allanar el camino para que haya elecciones libres», ha escrito en Twitter.
Los aliados de Maduro
En el extremo contrario se han posicionado los aliados tradicionales del Gobierno de Maduro. Así, el embajador ruso en Caracas, Sergei Melik-Bagdasarov, ha considerado que se trata de un «instrumento de presión política e injerencia en los asuntos internos» que será «ineficaz» porque cualquier contribución de la comunidad internacional debe contar con el ‘placet’ de las partes.
«Cuba rechaza el nuevo plan de Pompeo para Venezuela, que sólo confirma la pretensión neocolonial de Estados Unidos en línea con la Doctrina Monroe», ha dicho el ministro de Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, en Twitter. «Constituye una amenaza para la paz y la seguridad de nuestro hemisferio», ha añadido.
También en Twitter, el ex presidente boliviano Evo Morales ha advertido sobre un nuevo intento por parte de Estados Unidos de «imponer su agenda injerencista a un país soberano como Venezuela» por su «obsesión con el petróleo» y «en medio de su campaña electoral». Para el líder indígena, «los asuntos de Venezuela deben ser resueltos por venezolanos».
El Gobierno de Maduro ha rechazado ya la propuesta estadounidense, «un adefesio de acuerdo para la instalación de un supuesto gobierno de transición» que sería «inconstitucional» porque desconocería «la voluntad democrática expresada por el pueblo venezolano en las urnas», en palabras del Ministerio de Exteriores venezolano.
Además, ha considerado «miserable» que Estados Unidos trate de «sacar ventajas geopolíticas en medio de la más pavorosa pandemia mundial», al tiempo que ha reiterado su llamamiento a la Administración de Donald Trump para que retire las sanciones, «que impiden en la práctica que Venezuela pueda adquirir insumos humanitarios».
«Ni las amenazas, ni las estrategias extorsivas, ni la pretensión de imponer falsos acuerdos, lograrán distraer la atención y las energías del presidente, Nicolás Maduro, (…) en la protección del pueblo de Venezuela en momentos tan difíciles para la Humanidad. Venezuela se mantendrá incólume ante cualquier agresión», ha afirmado.