La primera vez que se detectó la cochinilla en Canarias ocurrió en el municipio palmero de Fuencaliente hace trece años
La cochinilla que afecta a las tuneras de las islas ha sido declarada oficialmente como plaga por el Gobierno de Canarias por su presencia en varios puntos del archipiélago.
Se trata de un organismo nocivo que se fija a la planta, produce amarillamiento y, posteriormente, la muerte de los tejidos vegetales en las pencas y los frutos.
La primera vez que las autoridades detectaron la cochinilla ocurrió en Fuencaliente hace 13 años. Desde entonces, La Palma lucha contra una plaga invasora que afecta a una planta también invasora como es la tunera, pero que en la isla se ha convertido en un cultivo útil.
El técnico de Agricultura Cabildo de La Palma, Enrique Huertas, destaca que «la tunera es parte del paisaje de la isla y se ha utilizado con fines agrícolas, por eso se ha tratado de salvar aun estando dentro del catálogo de especies invasoras».
Ya no es posible erradicarla, pero en estos 13 años ha alcanzado un cierto equilibrio. «Con el tiempo, los depredadores locales que se alimentan de esa plaga se van desarrollando, y con la plaga se puede producir un equilibrio», afirma Enrique Huertas.
De este modo, con su declaración como plaga, se establecen medidas fitosanitarias para su control y se prohíbe trasladar material de tuneras entre islas para evitar su propagación.