Ulrike Schmidt lleva 20 años residiendo en La Gomera y vivió la caída del Muro de Berlín: «Todo el mundo estaba feliz. Llevamos comida para la gente de la RDA porque allí no tenían»
Se cumplen 34 años de la caída del Muro de Berlín, que supuso el inicio del fin de la Guerra Fría, un momento histórico que Ulrike Schmidt, una alemana que lleva 20 años residiendo en La Gomera, recuerda perfectamente.
El Muro de Berlín dividió a la sociedad alemana durante casi tres décadas. Su colapso significó también la unificación de Alemania. Se construyó en 1961 para separar dos bloques antagonistas. El Muro de Berlín se convirtió en un símbolo de la opresión y división hasta su caída.
«Era como una prisión, era muy fuerte. Pensar que de repente se puede cambiar era ilusionante», afirma Ulrike.
Llevamos comida a la RDA
Ulrike recuerda perfectamente cuál fue su primera reacción tras escuchar la noticia del colapso en la radio. «Todo el mundo estaba feliz. Nosotros cogimos café, naranjas y chocolate para la gente de la RDA, porque allí no tenían», explica.
No todos los recuerdos son buenos, pues hay momentos que quedaron marcados en su memoria para siempre. «Por la noche, a veces se oían disparos. Pensaba que ojala no sea a un ser humano». Tristemente, 34 años después siguen existiendo muros que separan a personas.