Ya es oficial. El hombre que mató a sus hijas usó pesticida para envenenarlas. Su madre ha pedido al Ayuntamiento de Abla ayuda para resolver los trámites y poder enterrarlas en el pueblo.
Un caso que cada vez apunta más a un nuevo caso de violencia vicaria
El Ayuntamiento de Abla en Almería, se ha puesto a disposición de Alina, la joven de 23 años cuyas hijas fueron envenenadas este domingo por su expareja y padre de las menores. Su objetivo es poder proceder al entierro de sus cuerpos cuando terminen las autopsias.
Según ha indicado a EFE el alcalde de Abla, Javier Sánchez, la progenitora ha solicitado al gobierno local que se haga cargo de todos los trámites pertinentes cuando concluyan los trabajos forenses en el Instituto de Medicina Legal (IML). Su intención, en principio, es de enterrarlas en este pueblo almeriense.
El apoyo del Ayuntamiento
«He dado mi número -a las autoridades forenses– para que contacten conmigo y la madre se olvide, para que podamos hacer nosotros este trámite», explica el regidor.
Por el momento, desde el IML no se ha trasladado aún cuándo será posible trasladar los cuerpos, pero el primer edil afirma que «la funeraria del pueblo está sobre aviso». «Una vez que se pueda proceder al traslado, se hará lo que la madre quiera. Ese es nuestro compromiso», añade.
El padre de las niñas, de 35 años, se habría suicidado tras acabar con la vida de las pequeñas de 2 y 4 años, en un cortijo de Alboloduy (Almería) aprovechando un régimen de visitas.
Violencia Vicaria
Este suceso, que la Guardia Civil investiga como un caso de violencia vicaria como principal hipótesis, tuvo lugar en un cortijo aislado de la pedanía de Las Alcubillas. Se conoció en la noche del domingo después de que Alina, la madre de las menores se extrañara de que sus hijas no habían regresado a tiempo hasta Abla. Allí residían desde hacía unos dos años.
Una vez alertado sobre las 22:30 horas el puesto de la Guardia Civil de Gérgal, municipio que comparte territorio con el diseminado de Alboloduy donde han ocurrido los hechos. Los agentes encontraron a los tres fallecidos en un cortijo apartado y ubicado junto a una finca agrícola con un vehículo en la entrada.
El instituto armado, ha confirmado que el hombre usó un pesticida para envenenarlas, según el informe preliminar de la autopsia.
Régimen de visitas reconocido
El presunto asesino tenía un régimen de visitas de las menores reconocido judicialmente los sábados y domingos entre las 12:00 y las 18:00 horas. También una orden de alejamiento por maltrato para evitar el contacto con su expareja y madre de las niñas.
El hombre se enfrentaba a un año de prisión por lesionar a la madre de las pequeñas. Y tenía pendiente este 10 de abril un juicio por malos tratos y amenazas en un Juzgado de lo Penal de Almería.
De acuerdo al escrito de acusación de la Fiscalía al que ha tenido acceso EFE, los hechos tuvieron lugar el 24 de mayo de 2022. Cuando todavía acusado y víctima eran pareja y convivían en un mismo domicilio familiar.
Además, otro juzgado, de Violencia sobre la Mujer, había dictado una orden de alejamiento de su expareja. Y ordenado la colocación de una pulsera de seguridad al presunto agresor para evitar el contacto con la mujer.
Asimismo, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer instó un proceso civil sobre la guarda y custodia de las menores, el régimen de visitas y la cuantía de la pensión que debía abonar a la madre para el sustento de las hijas.
Pese a que en principio se estableció que la recogida de las menores se produjera en un Punto de Encuentro Familiar, se acordó hace unos meses que este servicio no tuviera que intervenir.
La madre y las niñas estuvieron en un centro de acogida
Fuentes de la Consejería andaluza de Igualdad han indicado a EFE que la mujer y sus dos hijas ingresaron en marzo de 2022 en el centro de emergencias para víctimas de violencia de género del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) en Almería. Y que en junio fueron trasladadas a una casa de acogida de Granada.
Sin embargo, en marzo de 2023 la mujer solicitó la salida voluntaria, en una decisión que «no era compartida por el personal técnico de la casa», según las fuentes, que también han indicado que, «al parecer, la mujer quería regresar a Rumanía