La mayoría de los encuestados, un 83’6%, está de acuerdo en que el alquiler vacacional hace aumentar el precio del alquiler en las zonas donde se ubica. El 78’3% está de acuerdo en que dificulta mucho encontrar viviendas en alquiler
La mayoría de la población residente en Las Palmas de Gran Canaria observa la actividad turística en clave positiva y no observa problemas en la convivencia con los turistas. Sin embargo, valora de manera negativa los costes económicos sobre la población del alquiler vacacional, en el ámbito del acceso a la vivienda y el aumento del coste de la vida. Son algunas de las conclusiones del estudio «La Población de Las Palmas de Gran Canaria ante el fenómeno turístico». Fue encargado por la empresa pública municipal Turismo LPA a la empresa Técnicos en Socioanálisis.
El estudio pregunta sobre uno de los fenómenos que centra una parte fundamental del debate actual en Canarias sobre el modelo turístico: la vivienda vacacional y sus costes y beneficios entre la población. La mayoría de los encuestados, un 83,6% , está de acuerdo en el que el alquiler vacacional hace aumentar el precio del alquiler en las zonas donde se ubica. El 78,3% está de acuerdo en que dificulta mucho encontrar viviendas en alquiler. Los resultados de 2019 y 2024 en estos dos aspectos no han variado prácticamente. El 36’4% creen que la regulación actual no es correcta y el 22’6% piensa que está bien como está.
En cuanto a los beneficios, un tercio de los hogares de la ciudad dependen laboralmente de este sector y la mayoría de los encuestados, por encima del 75%, piensan que la situación de las zonas turísticas de la capital es buena, que el turismo genera puestos de trabajo, riqueza y actividad cultural y de ocio; así como la calidad y el comportamiento de los visitantes. Solo el 5% opina que existe rechazo al turista o turismofobia.
Quevedo defiende un desarrollo equilibrado
El concejal de Turismo, Pedro Quevedo, explicó que “este estudio es una continuación del que hicimos en 2019. Nos permite valorar la opinión de la ciudadanía después de un acontecimiento que marcó un antes y un después. La pandemia por COVID 19 provocó una fractura y un cero turístico que ahora se muestra con una sobrerespuesta positiva del turismo ante el temor de perdida de esta actividad en la ciudad”.
Quevedo explicó que “la recuperación del turismo debe enfocarse desde la perspectiva de un desarrollo de la actividad turística sostenible. No todo vale”. En este sentido, añadió que “estos datos refuerzan la idea que siempre ha presidido nuestra política turística, que lo importante no es contar turistas, sino establecer directrices para un desarrollo equilibrado sostenible y de calidad, en el que el bienestar del residente es tan importante como la experiencia del visitante”.
Los resultados se basan en las encuestas realizadas a 1.201 personas en los cinco distritos de la capital, entre el 26 de febrero y el 11 de marzo de 2024.
Compara los datos con la encuesta realizada en 2019
El responsable del estudio Juan del Río apuntó que se trata de una aportación más al debate actual sobre la construcción de un modelo turístico sostenible en Canarias. “Se trata de una encuesta cuantitativa que nos muestra una fotografía de la opinión de los y las residentes en Las Palmas de Gran Canaria. Nos sirve para entender el momento en que nos encontramos como destino urbano en un momento decisivo cuando hemos superado las expectativas más optimistas y nos enfrentamos a un nuevo escenario”.
El estudio permite comparar la opinión de los ciudadanos en 2024 con los datos obtenidos en una oleada anterior, en febrero de 2019. “Las preguntas de entonces y las muestras de 2024 son similares. Las respuestas obtenidas en los dos periodos nos permiten tener un análisis evolutivo de la opinión de la población en torno al turismo”, explicó Juan del Río.
Este análisis comparativo se observa en los cinco pilares del informe: La importancia de la actividad turística y la ocupación laboral de la población; la percepción de la actividad turística y sus efectos en la ciudad; la influencia y la convivencia turistas – ciudadanos; el alquiler vacacional y la valoración del papel que juegan las administraciones públicas en la gestión del turismo.
Efectos negativos del alquiler vacacional sobre los precios
La opinión de los residentes es clara y mayoritaria en cuanto a los efectos negativos del alquiler vacacional sobre los precios, el acceso a la vivienda y el coste de la vida. De otro lado, la opinión está polarizada con respecto a los beneficios económicos.
Es decir, casi el mismo porcentaje de población tiene opiniones contrarias acerca de la capacidad que tiene el alquiler vacacional a la hora de revitalizar las zonas donde se encuentra, que ayuda económicamente a las familias o que sea generador de empleo. De otro lado, en comparación con la oleada de 2019, la opinión ha mejorado sensiblemente en la percepción sobre los posibles efectos negativos sobre la generación de empleos precarios o la destrucción de puestos de trabajo en los hoteles.
El informe muestra otro tipo de opiniones en cuanto a los costes beneficios de esta modalidad alojativa. Es positiva en cuanto a que favorece la mejora del estado de los barrios (58’8%) y que favorece que los beneficios lleguen a otras zonas (54’9%). Los encuestados en su mayoría opinan que con el alquiler vacacional no se pierde tranquilidad ni calidad de vida (65%) y que no provoca un deterioro de la convivencia ciudadana (70’5%). Un tercio de la población ya opina que favorece la expulsión de los residentes de los barrios donde residen.
Percepción del turismo
El 92’8% de las respuestas obtenidas afirma que el turismo tiene un efecto positivo en la creación de nuevos puestos de trabajo. El 91’2% cree que genera más riqueza y crecimiento económico y el 79’1% que mejora las actividades culturales y de ocio.
La percepción es positiva por encima del 50% en aspectos como la mejora de las infraestructuras y equipamientos urbanos, en la calidad de vida o en la seguridad ciudadana. Mientras, la percepción es negativa en aspectos como la disponibilidad de viviendas asequibles, un 55’4%, y el aumento del coste de la vida, 61,9%.
Otros datos apuntan que el término ‘turismofobia’ afecta al 17’1% de la capital. Es un dato que ha mejorado considerablemente respecto al estudio de 2019, cuando se apreciaba rechazo o algo de rechazo en el 40% de la población encuestada. El 60% afirma claramente que no tienen ningún problema con los turistas y al 19’5% le da igual. Solo se aprecia algunos casos de rechazo en el 11’9% de los y algo de rechazo en el 4’8% de los encuestados.
El 76’3% % considera que los visitantes tienen un comportamiento bueno o muy bueno
Los resultados indican además que solo al 9’2 % de la población le influye la presencia de turistas a la hora de pasear por cualquier zona turística de la ciudad. El 76’3% % considera que los visitantes tienen comportamiento bueno o muy bueno.
Sobre la capacidad de carga turística, los resultados de la encuesta, apunta a que la mayoría de la población considera que el número de turistas que visita la ciudad es el apropiado. Así opina hasta el 69,9% de las personas entrevistadas. El 21’1% opinan que el número de turistas es insuficiente y solo un 3’9% opina que es excesivo.
Pedro Quevedo concluyó que este estudio será complementado con otros estudios dirigidos a la población. “La ciudad, en su estrategia de un modelo de gobernanza inclusivo, entendemos que estos estudios deben servir para entender que estamos bien, pero en un punto de inflexión que no debemos perder de vista si no queremos deteriorar el modelo de convivencia turista-ciudadano”.