El PSOE plantea que se apliquen algunas medidas para minimizar los efectos de la aplicación de la ley de estabilización de los docentes canarios
El portavoz del PSOE en el Parlamento canario, Sebastián Franquis, ha acusado al consejero de Educación, Poli Suárez, de «pirómano y bombero» a la hora de intentar resolver las consecuencias en la aplicación de la ley de reducción de la temporalidad en el empleo público, después de que el 52 % de las plazas se hayan ocupado por profesorado que trabaja fuera de Canarias.
En una rueda de prensa en la Cámara regional junto a la anterior consejera de Educación, Manuela Armas, Franquis ha pedido además que se amplíen las plantillas, se cubran las jubilaciones con interinos y se desarrollen proyectos educativos que supongan una contratación mayor de profesorado y, por tanto, los efectos de la aplicación de la ley de estabilización se reduzcan.
Asimismo, Franquis y Armas han defendido su gestión durante la anterior legislatura y han aseverado que todas las decisiones que se tomaron respecto a este asunto fueron de la mano de los sindicatos, «y hay actas que así lo demuestran».
Escenario que «podía ocurrir»
El portavoz socialista ha admitido que este escenario «podía ocurrir» y que lo importante es buscar fórmulas de la mano de las organizaciones sociales para dar alternativas al profesorado que se ha quedado fuera.
En este sentido ha dicho que, además de utilizar la vía del Parlamento de Canarias, intercederán con el Gobierno de España a través de Ángel Víctor Torres y en las sectoriales de educación para intentar encontrar una solución, y han apuntado que también se está pendiente de que a mediados de junio salga una sentencia que «aclare» las dificultades legales que se han tenido hasta este momento.
Franquis ha pedido al Gobierno que «deje de enredar y ocultar la ineficacia de su Consejería, que es lo que hace el Gobierno globalmente, que se enreda con su permanente política de queja y sin alternativas reales».
Por su parte, Manuela Armas, ha considerado «injusto» lo que ha «oído» en los medios o el «silencio» de los sindicatos «que puede ser entendible» o «voces hirientes» por parte del Gobierno.
«Quien conozca el proceder de la anterior Consejería sabe que todo se hizo con diálogo y consenso en mesa sindical. Están las actas y hay hemeroteca donde los sindicatos apoyaban y daban la enhorabuena. Hicimos todo con consentimiento, era la única manera, y aunque el decreto es mejorable, todas las decisiones se tomaron de manera conjunta. Eso no arregla nada, pero es importante que cada palo aguante su vela», ha reflexionado la exconsejera.
Búsqueda de soluciones
A su juicio, lo importante es ver qué se puede hacer para que los interinos «se tranquilicen y sepan que pueden seguir manteniendo el puesto de trabajo», como las medidas que enumeró Franquis, especialmente el incremento de plantilla, a la par que ha recordado que durante su etapa se aumentó en 2.700 el número de docentes.
Preguntada por si preveían este escenario cuando estaban en el Gobierno, ha admitido que no pensaron que «fuesen a ser tantos» aunque sí sabían que se quedaría gente fuera, algo que, ha dicho, ha ocurrido en más comunidades autónomas, como Asturias.
Armas también ha acusado a Suárez de no llevar medidas al Consejo de Gobierno y ha señalado que lo que «le gusta» es sacar 4 millones para la enseñanza privada «nada más llegar».