Los trabajos de restauración se centran ahora en los retablos que acompañan a la Virgen del Pino en su Basílica
El templo de la patrona de Gran Canaria continúa con andamios en su interior. Los trabajos de restauración de los centenarios retablos de la Básilica del Pino, en Teror, avanzan satisfactoriamente.
Con los trabajos se retira la pátina de años de historia de estas dos joyas del Rococó de mediados del siglo XVIII. El primer paso que se dio, retirar las capas protectoras de barniz y los múltiples repintados, incluso con purpurina, para poder encontrar los colores originales. Sin embargo, los principales daños a estas obras artísticas no han sido humanos. La humedad y el tiempo son los verdaderos responsables del daño.
Seis expertos en restauración de arte trabajan con la financiación del Gobierno de Canarias y la Unión Deportiva las Palmas para recuperar el esplendor que el tiempo ha ido mermando a la Basílica.
Unos trabajos con pequeñas y, algunas, gratas sorpresas. Son notas con peticiones al Niño Jesús y a la Virgen, que nunca podremos saber si se cumplieron.
Una vez terminen los trabajos con los retablos, continuarán con los elementos textiles y algunas imágenes de la Basílica. Los últimos trabajos serán para la rehabilitación de bancos.