Francia y Portugal jugarán uno de los cuartos de final de la Eurocopa y el vencedor, jugaría la semifinal contra el ganador del España – Alemania
Francia, tras superar a Bélgica 1-0 con un tanto en propia meta de Jan Vertonghen, y Portugal, que eliminó a Eslovaquia en los penaltis (0-0 tras el tiempo reglamentario) se citaron en los cuartos de final de la Eurocopa y se enfrentarán en el Volksparkstadion de Hamburgo el próximo viernes 5 de julio.
No lo veía nada claro Francia cuando el partido entró en su tramo final, con dos paradas de Mike Maignan a sendos remates de Romelu Lukaku y Kevin de Bruyne; incapaz el equipo de Didier Deschamps de desnivelar el anodido 0-0 hasta que un rebote de Jan Verthonghen en un tiro a la nada de Kolo Muani lo lanzó de repente a los cuartos de final de la Eurocopa 2024 en el minuto 85, de nuevo entre un sinfín de dudas.
En su cuarto encuentro en Alemania 2024, dos de sus tres goles son en propia puerta. El otro, de penalti. Sin pegada, es un colectivo menor, que parece que domina el partido, pero se queda en nada sobre la otra portería, en alguna acción de pronto de Mbappé y en poco más, mientras asoman mayores desafíos que Bélgica, que también le pudo ganar. De hecho, tiró las mismas veces entre los tres palos, por ocasiones, que el equipo ‘bleu’.
Portugal, en los penaltis
De las lágrimas por fallar un penalti en la prórroga, a las risas después de ganar a Eslovenia en la tanda de penaltis (3-0) tras el empate a cero goles, Cristiano Ronaldo tendrá una vida extra más en la Eurocopa gracias a la gran actuación de su portero Diogo Costa, que reinó en la tragicomedia de su compañero después de parar tres penas máximas en la tanda de penaltis y de salvar un mano a mano ante Sesko en el último instante de la prórroga.
Cristiano se vio eliminado de la Eurocopa durante muchos minutos. Oblak, un muro impenetrable, otro portero excelso que merece un monumento, frenó todos sus intentos. El más intenso, en la primera parte de la prórroga, provocó el llanto del inagotable futbolista portugués, que no contuvo sus emociones después de fallar un penalti que habría evitado la lotería posterior desde los once metros. Pero ahí apareció Diogo Costa, para rescatar a su compañero, que después se atrevió de nuevo con una pena máxima que, esta vez, no falló.