El centro D.E.M.E.N.A. Santa Cruz II, ubicado en la capital de Tenerife, es un lugar donde los migrantes se forman y viven en unas condiciones dignas
En las últimas semanas ha salido a la luz la situación de colapso que viven algunos centros de menores migrantes en Canarias, lo que ocasiona que se brinden unas malas condiciones de acogida.
No obstante, otros centros de migrantes son la otra cara de la moneda. El centro de migrantes D.E.M.E.N.A. Santa Cruz II, ubicado en la capital de Tenerife, es un lugar donde los jóvenes se forman y viven en unas condiciones dignas.
Algunos de los residentes del centro de migrantes cuentan como viven
Una treintena de jóvenes conviven en este centro de migrantes de Tenerife. Uno de ellos es Valde, un senegalés que lleva dos años y medio en este lugar. «La verdad es que hay poco espacio. Pero creo que todos los centros están ocupados. Hay mucha gente aquí ahora y estamos aguantando», explica.
Se intenta asignar un baño por habitación y en cada una de ellas duermen de cuatro a seis personas. Unas instalaciones donde además se trata de dar una buena acogida en el plano educativo. A los migrantes se les asignan tareas de limpieza. Además, reciben clases de alfabetización y formación.
Abdul, otro de los residentes en este centro de migrantes de Tenerife, cuenta a Televisión Canaria como sus recursos le han ayudado mucho: «Me levanto por la mañana tempranito, voy a calistenia, entrenando para el pensamiento».
Samuel Hernández, coordinador del centro, explica que han adaptado sus espacios ante la llegada de más menores migrantes. «De alguna manera, hemos ido dando respuesta a las necesidades que han ido surgiendo».
El perfil de los menores migrantes
Canarias tutela a algo más de 5.500 menores llegados en pateras y cayucos. Este miércoles, el Gobierno reúne en Tenerife a las comunidades autónomas en la Conferencia Sectorial de Infancia para intentar despejar el camino a la reforma de la Ley de Extranjería que permitiría que, en el plazo de un año, 2.500 de esos chicos salgan de Canarias y los acojan otras comunidades autónomas.
La gran mayoría son adolescentes de 12 a 17 años, en concreto el 94 %. Otro 5% tiene de siete a once años y un 1% son pequeños sin familiares directos en España que tienen seis años o menos.
El 95% de los menores solos que tutela Canaria son varones, mientras que solo un 5 % son niñas. Es un porcentaje idéntico al peso total que la mujer (adulta o menor) tiene en este momento en la Ruta Canaria, con 1.013 de las 19.119 llegadas en el primer semestre del año a las islas (5,35 %), según datos de Cruz Roja.
Senegal, Mali, Gambia y Marruecos, los principales países de origen
Los países de origen más frecuente entre este grupo de menores son, por este orden, Senegal, Mali, Gambia y Marruecos, seguidos, de lejos, por Guinea Conakry y Mauritania.
Países como Mali tienen recomendaciones específicas por parte de Naciones Unidas que facilitan el acceso al estatus de refugiado, pero, en realidad, tratándose de menores, todos están bajo el amparo del Convención Internacional de los Derechos del Niño y del interés superior del menor que consagra la legislación española.
El 51,6% residen en centros de la provincia de Las Palmas y el 48,4%, en la de Santa Cruz de Tenerife. El Gobierno de Canarias no facilita datos por islas, pero las dos de mayor población (Gran Canaria y Tenerife) son las que más recursos tienen abiertos.
Todos los menores que tienen menos de 16 años (edad que marca el final de la educación obligatoria en España) están matriculados en la educación reglada. A los que tienen más de 16 años se les ofrecen cursos de formación profesional o ciclos formativos. Además, todos tienen que recibir en sus centros de residencia clases de español.