Los guanches habitaron la Cueva de los Cabezazos, ubicada en el municipio de Tegueste. Estuvo ocupada entre los siglos VII y XIII
Los primeros resultados de la excavación arqueológica que se realiza en la Cueva de los Cabezazos, en el municipio tinerfeño de Tegueste, apuntan a que estuvo habitada por los guanches de manera continuada durante al menos 600 años, entre los siglos VII y XIII después de Cristo.
Tras el trabajo de campo, los materiales recuperados serán estudiados en el Laboratorio de Prehistoria de la Universidad de La Laguna al inicio del curso académico. Así lo ha confirmado este miércoles la Dirección General de Cultura y Patrimonio Cultural. La institución da continuidad a la investigación en el Barranco Agua de Dios con esta excavación arqueológica en la cueva. De esta manera se profundizará más en el conocimiento sobre la sociedad guanche.
Precisamente el titular de la citada institución, Miguel Ángel Clavijo, ha visitado el yacimiento arqueológico junto con la alcaldesa de Tegueste, Ana Rosa Mena. Clavijo subrayó la colaboración entre el Cabildo de Tenerife y la Universidad de La Laguna en este proyecto.
Clavijo, aprovechó la ocasión para felicitar al equipo que “está llevando a cabo un extraordinario trabajo científico desde la reactivación de las investigaciones en 2023” pero también una “labor de difusión ejemplar”. Más de un centenar de personas “han visitado la cavidad para conocer de primera mano la investigación en uno de los yacimientos más emblemáticos de la arqueología de la isla”, aseguró.
Los primeros resultados apuntan a que el yacimiento fue ocupado de manera continuada durante mínimo seiscientos años, desde mediados del siglo VII al XIII d.C. A medida que se desarrolle el trabajo de campo las dataciones podrían dar fechas mucho más antiguas.
Este trabajo está codirigido por la antracóloga Paloma Vidal y el arqueólogo Salvador Pardo, ambos de la Universidad de La Laguna (ULL). La perspectiva de análisis multidisciplinar en la que se apoya este proyecto supone aplicar nuevas metodologías y disciplinas que aportan una visión más precisa e innovadora sobre el asentamiento aborigen de la Cueva de los Cabezazos.
Una cueva muy estudiada
La cueva ha sido intervenida en diversas ocasiones desde los años 70. Es uno de los asentamientos aborígenes que más información ha aportado sobre la época preeuropea de Tenerife.
De hecho, hoy sigue siendo un referente ya que “todavía tiene mucho potencial”, asegura Paloma Vidal en un comunicado, “con una secuencia estratigráfica que podría ampliarse a medida que continúen las excavaciones”.
Con este proyecto se realizó por primera vez un estudio del impacto humano en este paisaje a través del análisis de los carbones, el polen y las semillas, entre otros elementos recuperados.
Como resultado del análisis paleoambiental, se sabe que en el área domina el fayal-brezal, la laurisilva y también está presente el bosque termófilo. Esta es una vegetación «que actualmente no la tenemos en este entorno”, por lo que se aprecia una “degradación o transformación del paisaje que podría ser debida a los procesos de deforestación o las actividades pastoriles desarrolladas por la sociedad guanche”, especifica Vidal.
Asimismo, destaca el hallazgo de una pieza cerámica entera en la campaña de 2023 que permite datar este yacimiento arqueológico. Además, agregó que “la micro excavación de los sedimentos orgánicos que rellenan esta vasija va a proporcionar nuevas líneas de investigación” porque supone una oportunidad única de realizar un “estudio integral de los contenidos”, dando información sobre las prácticas sociales y culturales de estas comunidades del Menceyato de Tegueste.
La excavación concluyó con la recuperación de fragmentos de cerámica de todo tipo. Además encontraron una gran cantidad de fauna o de animales consumidos, cuentas de collar, fragmentos de molino y punzones inéditos, entre otros restos arqueológicos. Esto favorece la reconstrucción del pasado aborigen de la isla, tal y como adelanta la investigadora.
Más de 12 estudiantes universitarios formaron parte del equipo de investigación
Al igual que en la anterior campaña, el alumnado del Grado en Historia de la ULL participó en el trabajo de campo como formación voluntaria complementaria al plan de estudios.
Más de una decena de estudiantes fueron parte del equipo de investigación. Además al inicio del curso académico podrán colaborar con el estudio de los materiales arqueológicos en el Laboratorio de Prehistoria del Departamento de Geografía e Historia de la universidad.