Felipe VI pide en Tenerife trabajar por la justicia, la paz y las libertades y ha destacado el papel de Canarias como nexo entre América y África
El rey Felipe VI ha apelado este jueves a ministros y representantes del mundo judicial de Iberoamérica y los países lusófonos a que la Justicia del «día a día» contribuya al desarrollo de las sociedades y sea accesible a la ciudadanía y empresas.
Felipe VI se ha expresado así en su discurso durante la inauguración del segundo encuentro de la Conferencia de Ministros de Justicia de los Países Iberoamericanos (CONJIB) que se celebra en Guía de Isora y donde también han intervenido el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, y el presidente de Canarias, Fernando Clavijo.
El rey de España ha abogado asimismo por acortar distancias entre países y garantizar la circulación e intercambio seguro de documentación fortaleciendo al cooperación entre administraciones de Justicia a través de protocolos y herramientas «que generen confianza, a cubierto del fraude y de la ciberdelincuencia».
El monarca, que también ha saludado en portugués a los asistentes, ha pedido trabajar por la Justicia, la paz y las libertades y ha destacado el papel de Canarias como nexo entre América y África, y ha dicho que esas raíces facilitan también el entendimiento y la cooperación jurídica internacional.
«Un mundo más justo y respetuoso con la dignidad humana»
Felipe VI ha deseado que el encuentro sirva para la construcción de un mundo más justo, pacífico, seguro y respetuoso con la dignidad humana y los derechos en un mundo globalizado, ha agregado, «en el que la delincuencia no está constreñida por las fronteras».
De hecho, las ramificaciones de esa criminalidad «pueden llegar a todas las personas», ha agregado. Pues empresas y ciudadanos «amplían su actividad cada vez más a un mayor número de países, donde además los movimientos migratorios «se intensifican y aceleran».
«Cada vez son más las personas que se trasladan a otros países por motivos familiares, económicos o huyendo de conflictos y situaciones de pobreza. Esto hace que la cooperación internacional sea cada vez más urgente, en muchos ámbitos, y especialmente en el de la Justicia», ha señalado Felipe VI.
También ha abordado cuestiones como la modernización tecnológica de las administraciones de Justicia para que mejoren cuestiones como la obtención de pruebas.
Precisamente sobre los movimientos migratorios ha centrado su intervención el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, que ha señalado que el archipiélago «vive una crisis migratoria sin precedentes que nos convierte en el sostén y el muro de contención de toda la inmigración que ingresa en Europa por la frontera sur».
«Canarias es nexo del viejo continente con América y África y su historia está marcada por ser tierra de ida y vuelta y también de paso, abierta al mundo», ha apostillado Clavijo. Ha agradecido el interés y la preocupación «constante y la mano tendida» del rey en esta cuestión.
«Un momento complejo que despierta interés y preocupación»
El presidente autonómico ha destacado que Canarias gestiona un momento «complejo» que despierta interés y preocupación. Ha dicho esperar que foros como la CONJIB avancen en principios y derechos de vocación universal y aborden respuestas «a desafíos como los flujos migratorios».
En su turno, el ministro Félix Bolaños ha abogado por aumentar la eficacia y la agilidad de las administraciones de Justicia y ha valorado que el foro sirva para reflexionar sobre desafíos comunes como los movimientos migratorios y la actividad económica entre países.
Esas actividades económicas, ha apuntado, generan servicios, negocios, relaciones mercantiles y humanas «constantes» en un contexto en el que también se generan fenómenos criminales como la violencia de género, corrupción, trata de personas, narcotráfico, tráfico de migrantes «y tantos crímenes que no tienen en cuenta las fronteras entre países».
«Esos crímenes son un desafío para los estados de derecho, y ningún país puede abordar esos problemas por sí mismo. Nadie puede luchar solo contra el crimen organizado que traspasa fronteras», ha expresado Bolaños. Ha recordado que el espacio iberoamericano y lusófono integra a más de 700 millones de personas, «con unos lazos jurídicos y humanos entre países que son muy estrechos y que estamos llamados a reforzar».
Así, ha subrayado la necesidad de una Justicia capaz de encarar estos desafíos y garantizar satisfacción al eslabón que ha definido como el más debil: las víctimas de los delitos.
También ha ahondado en que la Justicia sea accesible para todos, tenga perspectiva de género, sea digital y con mecanismos de cooperación internacional ágiles, inmediatos y marcos legales propios de este siglo.
Transformación digital de la Justicia
Bolaños ha asegurado que su Ministerio ha impulsado un proceso de transformación digital de la Justicia en España que ha recortado a horas o días lo que hace un tiempo «tardaba semanas o meses». Y ha apostado por un modelo con más presupuesto y empatía para las oficinas de atención a las víctimas, «a las que hay que cuidar y no olvidar».
Por último, Bolaños ha resaltado que los países que conforman el área iberoamericana y lusófona deben buscar el intercambio de información y la armonización de sus leyes, algo «fundamental» para que la Justicia «sea efectiva». Y que además entronca con el Objetivo de Desarrollo Sostenible centrado en promover sociedades pacíficas, prósperas, igualitarias e inclusivas, con garantías de acceso a la justicia y la construcción de administraciones responsables eficacias.