La presidenta del Cabildo de Tenerife ha informado que siguen adelante con las obras de la TF-5 a la altura de Guamasa, con el fin de aligerar el tráfico
La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila ha dicho, este miércoles, que se mantiene sobre la mesa la idea de cerrar la TF-5 a la altura de Guamasa para aligerar el tráfico en horas punta. Dávila ha reconocido que el proceso es más «complejo» del previsto inicialmente.
Ha subrayado que el informe de la Dirección General de Tráfico incidía en que si se acometían una serie de obras complementarias se iba «aliviar» el tráfico, y ese trabajo se ha encargado al servicio de Carreteras del Cabildo.
Así, aunque se pensaba que sería un proceso «más ligero», finalmente hay que realizar «proyectos, obras y adjudicación con todo el procedimiento administrativo». Además de incluir un nuevo enlace a la altura de Los Rodeos.
Hay seguimiento de las obras de Guamasa para que no hayan más retrasos
No obstante, ha dejado claro que «sigue adelante» la idea de generar dos carriles de salida para los conductores que parten del Ortigal y Guamasa para ganar «fluidez». Desde el Cabildo se asegura que es necesaria una «mayor intervención» de la prevista inicialmente.
Cuestionada también por el retraso en el cierre del anillo insular por el oeste de Tenerife, confesado por el consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias, Pablo Rodríguez, lo ha achacado al proceso de adjudicación de las obras a cargo del anterior ejecutivo autonómico, y que conllevó una reclamación judicial por parte de una de las UTE en concurso.
Ha dicho que el Cabildo y la Consejería hacen reuniones periódicas para hacer «seguimiento» del estado de las obras en la isla y que «no se produzca ningún retraso o dilación» y que también vayan acompasadas a los «requerimientos» que van surgiendo.
Otras actuaciones similares en la isla
Rosa Dávila ha puesto como ejemplo el caso de Las Chafiras, cuyos enlaces estarán terminados en noviembre. En estas obras, junto al sector privado, se trabaja en pequeñas actuaciones para minimizar el impacto de las obras y que tengan la «menor interferencia» en las industrias y los comercios de la zona.
Dávila también ha destacado que en otras ocasiones el Cabildo «toma la iniciativa». Recuerda lo ocurrido con unas obras en los accesos al polígono industrial de Güímar que permiten resolver un «problema histórico» en menos de un año para los 48.000 vehículos diarios que pasan por este enclave.