Su historia comienza en 1912, cuando la Academia de Ciencias prusiana dio el visto bueno al proyecto de establecer un centro de investigación de primates no humanos y optaron por Tenerife
La Casa Amarilla, el enclave tinerfeño que acogió en 1914 el primer centro de investigación científica con primates no humanos del mundo y que fue decisivo para la psicología de la Gestalt, vuelve a vislumbrar la esperanza de renacer en el verano de 2022 tras reanudarse los trámites para su rehabilitación.
La esperanza para este centro, que representa «un hito de la ciencia mundial en Canarias», ha vuelto a arrancar con el borrador del segundo Plan de Modernización y Mejora (PMM) de Puerto de la Cruz, ya remitido al Gobierno de Canarias, afirma en una entrevista a EFE Carlos J. Álvarez, catedrático de Psicología Básica de la Universidad de La Laguna y uno de los promotores de la rehabilitación de esta estación científica.
El catedrático señala que la fundación de un laboratorio antropológico para el estudio de los simios en Puerto de la Cruz resultó fundamental para la primatología y el nacimiento de los actuales enfoques cognitivos en psicología animal.
En estado casi ruinoso
El centro fue impulsado por la Academia Prusiana de las Ciencias y tras la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial se cerró en 1920. Aún sigue en pie, pero en estado casi ruinoso pese a que fue declarada Bien de Interés Cultural en 2011.
Carlos J. Álvarez recuerda que por la Casa Amarilla se han interesado cientos de investigadores mundiales de prestigio como Jane Goodall y Josep Call además de muchas universidades y centros de investigación de todos los continentes y señala que, aparte de las aportaciones científicas, hablar de Köhler y de la Casa Amarilla es también «una apasionante historia de intrigas, de política, de ideales, con reminiscencias románticas propias del género novelesco».
La historia arranca en 1912
Su historia comienza en 1912, cuando la Academia de Ciencias prusiana dio el visto bueno al proyecto de establecer un centro de investigación de primates no humanos y optaron por Tenerife debido a su proximidad a África (de donde se traerían los simios), su clima (propicio para los chimpancés) y por la comodidad para los científicos alemanes.
Tras un año bajo la dirección del neurofisiólogo Eugen Tuber, se nombró como segundo director del centro al psicólogo Wolfgang Köhler, uno de los fundadores de la influyente Escuela de la Gestalt, una orientación que casi recién nacía en la investigación sobre percepción visual.
Planteaba a los chimpancés «problemas» como la obtención de comida en contextos artificiales, y observaba cómo lo resolvían, como por ejemplo obtener comida en situaciones «difíciles» en la que los primates deberían usar herramientas diferentes que tenían a su disposición (apilar cajas para alcanzar un plátano colgado del techo, usar un palo).
«La conclusión más importante fue quizás la siguiente: los chimpancés exhiben una conducta inteligente cualitativamente similar a la del ser humano, aunque cuantitativamente inferior», señala Carlos J. Álvarez.
A principios de los años 20 se publicó el libro de Köhler con el resultado de su trabajo en Tenerife, «The Mentality of Apes», considerado una de las grandes obras de la psicología mundial, un libro clave en el auténtico arranque de la Psicología de la Gestalt y de la primatología.