Los insulares sufrieron ante el París Basketball por el ritmo anotador del base estadounidense Kyle Allman, que acabó con 30 puntos y 42 de valoración en un choque frenético
El Gran Canaria recupera la senda del triunfo en Europa con su primera victoria a domicilio frente un aguerrido París Basketball, ante el que tuvo que sufrir de lo lindo por el ritmo anotador del base estadounidense Kyle Allman, que acabó con 30 puntos y 42 de valoración en un choque frenético.
Aunque el Gran Canaria supo imponerse por la profundidad de banquillo y su juego colectivo -la segunda unidad local solo anotó 9 puntos en este encuentro-, el escolta polaco AJ Slaughter supo desactivar en los compases finales el juego francés con sus 24 puntos y 6 triples, acompañado de un revitalizado John Shurna -14 puntos y 7 rebotes-.
Los parisinos impusieron su ritmo en los primeros minutos, con 13 puntos del propio Allman que saltó al parqué desatado y dispuesto a decidir el encuentro con una exhibición individual que contaba con el beneplácito de su técnico, Will Weaver, que le dio rienda suelta y apenas descanso.
Sin embargo, el conjunto canario trató de no contagiarse de la anarquía reinante, manteniendo el tipo con la tripleta interior formada por el estadounidense Damien Inglis, el senegalés Khalifa Diop y el polaco Balcerowski, terminando el primer cuarto con un ajustado (17-16).
En el segundo periodo, el Gran Canaria aprovechó que el motor galo fue gripando con errores en el tiro exterior y fallos en la dirección para tomar aire, sustentando esa ventaja inicial con la superioridad en el rebote -18 frente a 27-, hasta concluir la primera parte con 31-38. En la reanudación, parecía que los pupilos de Jaka Lakovic habían tomado velocidad de crucero (39-49). Pero fue un espejismo, ya que un parcial de 12-2 para los locales permitió equilibrar la balanza, con el protagonismo anotador de Toupane, Sleva y Begarin (51-51).
Ahí saltaron las alarmas en el equipo amarillo, recordando situaciones similares en Grecia frente al Patras y en Liga Endesa ante el Lenovo Tenerife. No obstante, Slaughter comenzó a carburar y salvó la primera derrama en el penúltimo asalto (56-59). Y ya en el último, Bassas y Salvó lograron tomar aire con sendos triples a falta de tres minutos para el final (75-81). Con esa panorámica, Lakovic intensificó el ritmo defensivo, forzando varias faltas para contemporizar en la recta final y romper el frenesí de Allman, situación que permitió a Slaughter maquillar sus números y pescar en río revuelto hasta firmar un balsámico triunfo en el Halle Georges Carpentier (81-89).