Según señala Noemí García, del Refugio Internacional para Animales de Los Realejos, Tenerife, el elevado precio de los alquileres y el coste para mantener a un animal, que también se ha elevado, pueden estar detrás de este aumento de abandonos
A pesar de la entrada en vigor de la Ley de Bienestar Animal, las protectoras de animales en Canarias coinciden en que el maltrato y el abandono continúan siendo problemas graves en el archipiélago.
Un ejemplo claro de esta problemática se encuentra en el norte de Tenerife, concretamente en el municipio de Los Realejos, donde el Refugio Internacional para Animales lleva desde 1976 rescatando animales maltratados y abandonados con el objetivo de darles una segunda oportunidad.
Noemí García, secretaria de este refugio, explicó en una entrevista al programa ‘Buenos días, Canarias’, de Televisión Canaria, que el número de animales abandonados ha aumentado considerablemente en lo que va de año. “Hemos llegado a superar los 50 perros al mes, cuando lo normal es no sobrepasar los 30”, señaló García, dejando constancia de esta tendencia creciente.
Entre las causas de este incremento, García destaca el elevado precio del alquiler y el hecho de que muchas viviendas ya no permiten animales. A esto se suma el creciente coste de la manutención de los animales, que hace que muchas familias no puedan asumirlo. Además, la nueva Ley de Bienestar Animal, que establece mayores exigencias para la tenencia responsable, ha generado temor entre algunos propietarios, especialmente en lo que respecta a los gastos veterinarios, lo que también estaría contribuyendo al abandono.

Una segunda oportunidad: el proceso de adopción
A pesar de las dificultades, el refugio mantiene una alta tasa de éxito en las adopciones. Gracias al trabajo del equipo y los voluntarios, que conocen muy bien el carácter y las necesidades de cada perro, el proceso de adopción se adapta al adoptante.
García explica que el primer paso es conocer a los perros y hablar con el personal del refugio sobre el tipo de animal que se busca. Luego, a través de paseos con el animal se evalúa si existe afinidad. Si todo va bien, se inicia el proceso formal de adopción.

La adopción incluye castración, vacunas, microchip y desparasitaciones, todo por un coste de 140 euros. Además, se ofrece un período de prueba de 15 días durante el cual, si el perro no se adapta a su nuevo hogar, se puede devolver y se reembolsa el importe.
“No se trata solo de dar en adopción, sino de asegurar que el perro y la familia encajan”, señala García, quien destaca el compromiso del refugio con la adopción responsable.