Los efectivos, que continúan trabajando en la extinción de los puntos calientes, aseguran que las labores de prevención influyeron positivamente a la hora de evitar la expansión del incendio
La ‘zona del hombre muerto’ es la cabeza del último incendio de Gran Canaria. El Cabildo insular lleva dos décadas trabajando en labores de prevención para convertir la cumbre de la isla en un cortafuegos.
Los efectivos aseguran que eso es lo que ha evitado la expansión del incendio declarado el 25 de julio y con un potencial de 10.000 hectáreas.
El jefe de Emergencias del Cabildo de Gran Canaria, Federico Grillo, señala que «cuando las longitudes de llamas de 20 o 30 metros llegan a las zonas tratadas, el nivel de superficie baja, quedándose con una llama de 10 o 20 centímetros. Esto permite que las propias carreteras las detengan».
Las carreteras han sido, de hecho, las infraestructuras más afectadas. La Gran Canaria 130 y 134 permanecerán abiertas, pero hay cuatro kilómetros que se tendrán que restaurar por completo.
El vicepresidente del Cabildo de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, apunta que «los daños ascienden en torno a los 600.000 euros. Voy a decretar la emergencia para poder actuar lo antes posible».
En la parte tratada , el incendio ha afectado, dicen, igual que una quema prescrita; en dos meses, la pinocha camuflará la cicatriz que ha dejado el fuego en la tierra.
Subvenciones para limpiar terrenos hasta el 28 de agosto
El Cabildo de Gran Canaria ha vuelto a sacar la subvención para limpiar los terrenos privados. Los interesados se podrán acoger hasta el próximo 28 de agosto.
La mayoría de los fuegos se inician en terrenos privados. La partida de 300.000 euros del Fondo Verde Forestal está destinada a trabajos de prevención de fincas que cumplan unos requisitos: «hay que tener una superficie de al menos dos hectáreas«, apunta el técnico de AIDER y encargado Fondo Verde Forestal, David Ramírez.
¿Y cómo deben proceder las personas interesadas? Deben presentar la documentación que ofrecemos desde la página web de AIDER Gran Canaria o desde la del Cabildo.
Un modelo único en Canarias, que podría aplicarse en otras islas para así ayudar a la lucha contra el fuego de las cumbres y zonas altas del archipiélago.