La Comisión de Salud Pública debatirá este martes si aumenta el intervalo de separación de las segundas dosis de las vacunas contra el coronavirus para los menores de 79 años con el fin de inocular el suero cuanto antes al mayor número de personas vulnerables
En el borrador de la sexta actualización de la estrategia de vacunación contra la covid, a la que ha tenido acceso Efe, se recoge la posibilidad de aumentar el intervalo de separación de la segunda dosis para los menores de 79 años. De esta forma, se persigue inocular el suero cuanto antes al mayor número de personas, teniendo en cuenta que la situación epidemiológica actual en España podría indicar un aumento en el número de casos.
El documento propone continuar con la separación de segundas dosis de Pfizer y Moderna tal como se recoge en la estrategia actual (21 días y 28 días, respectivamente) pero aumentar el intervalo en los menores de 79 años entre seis u ocho semanas. Y espaciar el segundo pinchazo en los menores de 69 años, también de seis a ocho semanas.
Por otra parte, la Comisión de Salud Pública también debatirá otro documento con el fin de llegar a un acuerdo ante la reactivación progresiva de eventos y actividades multitudinarias para establecer medidas preventivas y de control y minimizar así el riesgo de transmisión de la covid hasta que mejore la situación epidemiológica.
En esta propuesta del grupo de trabajo técnico de vacunación COVID-19 y Ponencia de Programa y Registro de Vacunaciones, se señala que en las situaciones de alta incidencia de enfermedad, ingresos hospitalarios y fallecimientos, junto a una situación de disponibilidad limitada de vacunas, algunos autores y países plantean la ampliación entre dosis.
De ahí, que se plantee aumentar o no el intervalo entre dosis de vacuna más allá de lo establecido en los protocolos de los ensayos clínicos, con el objetivo de administrar un mayor número de primeras dosis a esos colectivos, «acelerar» el control de la pandemia y «limitar el impacto en la salud de estas personas.»
Recoge argumentos favorables de cambiar la pauta actual pero también otros para mantenerla.
En el primer caso, el borrador incluye que si la segunda se administra de forma precoz, la respuesta inmune es menor, además, «para la mayoría de las vacunas, la primera dosis es la que más contribuye a la protección a corto plazo».
También, «para la mayoría de las vacunas, un intervalo ampliado entre dosis da como resultado niveles más elevados de anticuerpos y, a mayor concentración de estos anticuerpos, mayor duración de la protección».
Sostiene, asimismo, que las farmacéuticas y los comités asesores de vacunación especifican los intervalos mínimos entre las dosis, pero no los máximos.
El documento informa de argumentos basados en los resultados de ensayos clínicos de la vacuna de Pfizer, que permitían un intervalo entre dosis de 19 a 42 días aunque el 93 % recibió la segunda dosis entre los días 19 y 23 y los de Moderna permitieron un intervalo entre 21 y 42 días, pero el 98 % recibió la segunda entre los días 25 y 35.
«Pasados catorce días tras la recepción de la primera dosis y hasta recibir la segunda, la eficacia de las primeras dosis de vacunas de ARNm supera el 92 %, por lo que la administración de la segunda en el plazo de un mes proporciona escaso beneficio adicional a corto plazo».
Y continúa: «La eficacia de la primera dosis de la vacuna Vaxzevria, de AstraZeneca, llegó al 78 % al medirla entre los días 61 a 90 tras su recepción».
Sostiene también que si bien no se dispone de datos de la persistencia de los anticuerpos, «el aparente bajo nivel de los mismos que se correlaciona con la protección conferida por las vacunas de ARNm, hace pensar que es probable que la eficacia de una dosis dure varios meses».
Medidas para eventos multitudinarios
Por otra parte, la Comisión de Salud Pública también debatirá otro documento del Ministerio de Sanidad con el fin de llegar a un acuerdo, con recomendaciones comunes, ante la reactivación progresiva de eventos y actividades multitudinarias para establecer medidas preventivas y de control hasta que mejore la situación epidemiológica.
Subraya el escrito que los eventos o actividades multitudinarias como eventos culturales, deportivos, religiosos o festivales, entre otros, se consideran situaciones de riesgo de transmisión de coronavirus y recuerda que a finales de mes Sanidad y comunidades aprobaron las actuaciones de respuesta coordinada para el control de la covid.
Ese documento establece cuatro niveles de alerta a modo de semáforo que determinan una serie de actuaciones proporcionales al nivel de riesgo de transmisión del coronavirus y que son adaptables según la situación y el contexto de cada territorio.
La propuesta considera necesario plantear recomendaciones comunes para la planificación y organización de eventos y actividades multitudinarias.
En el caso del nivel de alerta 4, aboga por cancelar este tipo de eventos.
Plantea un aforo máximo en exteriores del 75 % en los niveles de alerta 1 y 2; del 50 %, en el 3 y se mantendrá un asiento de distancia en la misma fila en caso de asientos fijos o 1,5 metros de separación si no los hay, entre los distintos grupos de convivencia.
«Si no se pudieran mantener estas medidas, se deberá reducir el aforo hasta garantizar que se pueden cumplir», indica el texto.
El cupo máximo de personas en exteriores sería de 1000 en nivel de alerta 1; de 500, en alerta 2; y de 250, en el 3.
En interiores, el aforo sería del 60 % en nivel 1; del 50 % en el 2; y del 40 %, en el 3 y el número máximo de personas de 300, 150 y 75, respectivamente.
En cuanto al tabaco, plantea no fumar ni consumir otros productos derivados del tabaco o cualquier otro dispositivo de inhalación de esta sustancia, pipas de agua o cachimbas.