Se han detectado nuevos focos del mosquito en pequeñas acumulaciones de agua en el barrio de Piletas, en Las Palmas de Gran Canaria
Nuevos focos de cría del mosquito Aedes aegypti se han localizado en una garrafa abierta en la que se han encontrado entre 2.000 y 3.000 larvas. Esta especie de mosquito se ha adaptado muy bien a la cría en pequeñas acumulaciones de agua, por lo que un espacio como el tapón de una botella podría ser susceptible de convertirse en un foco. Cualquier punto de acumulación de agua o charco puede servir de criadero, por lo que es vital eliminarlos.
La aparición de este mosquito supone un riesgo para la salud, ya que son vectores de propagación de enfermedades zoonoticas, tales como el Dengue o el Zica. Sin embargo, hay que aclarar que para que esto suceda, es necesaria la presencia tanto de las enfermedades como del mosquito, y actualmente estos patógenos no se encuentran en Canarias. Por ello, y para evitar males mayores, se está tratando de erradicar al organismo vector.
Colaboración ciudadana
Se recuerda lo importante que es la vigilancia de los ciudadanos. Los focos encontrados se encuentran cerca de viviendas. Las larvas una vez han madurado, dando lugar a mosquitos adultos, buscan las viviendas cercanas de las que no saldrán, ya que en ellas tienen todo lo que pueden necesitar. Refugio de los depredadores, temperaturas óptimas, acceso a la comida (plantas) y en el caso de las hembras, sangre, que necesitan para la maduración de sus huevos.
Por ello es importante saber identificar a esta especie. Recordamos que los mosquitos Aedes son más pequeños que los comunes, de color más oscuro, con bandas plateadas en el cuerpo y patas a rayas blancas. Sus picaduras se suelen producir a primeras horas de la mañana o al atardecer. Esta especie es silenciosa ya no emiten el zumbido típico del mosquito común.
Trabajos de prevención
Actualmente, se están realizando labores de desbroce de la maleza para eliminar posibles refugios de este insecto díptero. También se realizará la revisión y reparación de todos los puntos de agua, reparando fugas, tuberías y revisando desagües.
Los inspectores de sanidad visitarán los hogares cercanos en busca de posibles puntos de cría dentro de las casas, e informarán a los vecinos con recomendaciones para evitar su propagación.