Aziz el Abdil llegó en patera a Canarias persiguiendo su sueño: jugar al fútbol. Sin embargo, no tiene los papeles que acreditan su condición de residente para poder competir en algún equipo de fútbol
Se llama Aziz el Abdil. Es migrante, reside en Fuerteventura y se subió solo a una patera siendo menor de edad para cumplir un sueño: jugar al fútbol.
Afirma que puede entrenar, pero no competir porque no tiene residencia. «Llevo más de cuatro años sin competir. Me gustaría saltar al campo, ayudar a mis compañeros», dice.
Aziz está a la espera de conseguir la residencia para jugar en un equipo de fútbol y continuar con sus estudios. Para hacerlo, necesita unos papeles que no tiene. Y es que cumplir 18 años en Canarias tras llegar como menor no acompañado abre, para muchos jóvenes migrantes, una situación legal y administrativa que complica su integración.
A pesar de las dificultades ha encontrado en los estudios la forma para alcanzar sus sueños. Lo hace gracias al hogar y el apoyo que le ofrece la Fundación Main.
Aziz quiere ayudar a otros niños de su país que, como él, tienen talento para el fútbol. «Me gustaría fundar un colegio de fútbol para ayudar a estos niños», señala.
Pese a todo, este joven migrante no deja de entrenar sin perder la esperanza de volver a formar parte de un equipo y saltar al campo de juego.