Trabajadores y voluntarios trabajan para inventariar y catalogar la colección en la sala de exposiciones de la Fundación Juan Negrín
El presidente canario de la Segunda República, Juan Negrín, acumuló durante años miles de libros que acabaron formando parte de su propia biblioteca personal. Viajó con él a diferentes países y sobrevivió a tres guerras. Este año gran parte de ella ha sido trasladada a Gran Canaria donde trabajadores y voluntarios han empezado a catalogarla.
La sala de exposiciones de la Fundación Juan Negrín se ha transformado en una biblioteca temporal de los 8.000 ejemplares. Todos ellos llegaron desde París el pasado mes de marzo en 292 cajas.
Cristina Martín, asesora histórica de la Fundación Juan Negrín, considera que los libros «dicen mucho de las personas». Para ella, estudiar sus libros y anotaciones «es una manera de conocerlo». Muchos de ellos tienen dedicatorias o anotaciones. La experta en historia habla de una de las que ha encontrado. Se trata de un mapa del País Vasco en el que no estaba Gernika con la anotación: «Ni siquiera aparece Gernika en los mapas».
Por el momento, trabajadores y voluntarios comprueban el material y lo inventarían. Los ejemplares, algunos de ellos con más de cien años y en diferentes idiomas, nos hablan del interés de Negrín por la ciencia, la historia o la política.
Selvi Hell, historiadora voluntaria explica que la biblioteca personal de Juan Negrín «ha sobrevivido tres guerras», como él. Hace referencia a la Primera Guerra Mundial, la Guerra Civil española y la Segunda Guerra Mundial. Negrín viajó con sus libros por el mundo, es, según Hell, «una biblioteca viajera».
Pasará mucho tiempo hasta que se termine de catalogarlos ya que, además, a estos libros se añade un baúl personal con documentos de su época como presidente. Un legado que ya forma parte del patrimonio de Canarias.