Los nuevos prototipos consisten en un diseño más barato y que permiten captar mucha más agua de la niebla que el anterior
Niebla y la última tecnología para frenar la desertización de nuestros montes.
Hace más de una década se instalaron los primeros captadores en Gran Canaria, que han ido evolucionando hasta llegar a este nuevo prototipo.
«Se trata de un diseño más fácil de instalar, desmontar y transportar. Pero también es más barato y puede recoger más agua que el anterior prototipo», señala el técnico Life Niebla, Saúl Oliva Cabrera.
De los captadores tradicionales, con sus ocho metros cuadrados de superficie de impacto y casi 400 kilogramos de peso, se ha pasado a captadores mucho más innovadores, que están demostrando una mayor capacidad de recogida del agua de niebla en estos primeros meses de estudio.
Para alcanzar este diseño, los responsable del proyecto crearon su propio túnel del viento, imitaron el proceso de la niebla y la captación para crear un prototipo.
«Se ha llegado a la forma más eficiente para captar el agua de niebla», afirma Cabrera. Un proyecto cuyos planos son públicos y que cualquier persona puede descargarse para fabricar su propio atrapaniebla de última generación.