La presencia de pinos en paisajes protegidos presenta un alto riesgo de incendio forestal por la gran cantidad de material seco. Además, son ejemplares frágiles frente a la incidencia de sequías, grandes tormentas y plagas; lo que supone un riesgo para los visitantes. Ya se ha comenzado con la tala de estos pinos en Tenerife. Algunos llegan a medir 30 metros.