Una fragata especializada en la lucha antisubmarina se convirtió, en el siglo pasado, en una suerte de central eléctrica flotante para Tenerife y Lanzarote
La dependencia de la energía eléctrica en Canarias ha condicionado nuestra forma de vivir. Pero muy pocas veces hemos visto a un barco convertido en central eléctrica. En Lanzarote, el ‘Barco de la Luz’, ayudó durante 8 años a que la isla brillara aún más.
Esta fragata especializada en la lucha antisubmarina de la segunda guerra mundial y reconvertida en central eléctrica, primero llegó en 1962 al puerto de Santa Cruz de Tenerife donde permaneció 11 años en la dársena sur, suministrando energía a muchos tinerfeños.