Un dibujo, hasta ahora inédito, da cuenta de la erupción volcánica de San Antonio, en 1677, para informar al Consejo de la Suprema Inquisición
Faltaba siglo y medio para que se inventara el daguerrotipo, pero en 1678 la Inquisición quería saber cómo había sido aquella erupción que había acongojado un año antes a la sociedad de La Palma y recibió su «foto» del volcán: un dibujo a color que le envió su Tribunal en Canarias, junto con un cumplido informe sobre lo acontecido día a día.
El Archivo Histórico Nacional ha elegido en noviembre como su «pieza del mes» lo que describe como «toda una sorpresa» dentro de los legajos de su extenso fondo sobre la Inquisición, un documento que en estos momentos cobra actualidad: el relato sobre cómo comenzó la erupción de San Antonio de 1677 y la ilustración que la acompaña.
Un dibujo hasta ahora inédito
Se trata de un informe que los inquisidores de Canarias remitieron el 24 de mayo de 1678 al Consejo de la Suprema Inquisición para dar cuenta de la erupción volcánica vivida en el sur de La Palma unos meses antes, así como de los daños producidos. Sus explicaciones las complementa un dibujo hasta ahora inédito, toda una rareza para la época que el Archivo Histórico difunde ahora en internet.
La narración de los hechos, que abarca 14 días (13-26 de noviembre de 1677), cuenta que la erupción fue precedida por terremotos en las cercanías de Fuencaliente, hasta que el miércoles 17 de noviembre una de las fracturas producidas por los sismos comenzó a arrojar fuego y lava, llegando a abrirse hasta 18 bocas, explica el Archivo.
«A continuación se da cuenta de las destrucciones provocadas por el volcán en la zona, enumerándose los nombres de los perjudicados y los daños sufridos por estos, fundamentalmente casas quemadas y campos cubiertos de lava. Por último se advierte del temor a que, si se abriese otra boca podría afectar a la localidad y partido de Fuencaliente, con lo cual no se podrían sembrar los campos y muchos vecinos tendrían que marcharse a otro lugar para sobrevivir», añade.
Volcán en plena erupción
El dibujo que complementa al texto muestra el volcán en plena erupción, con una inmensa llama roja y humo negro flanqueado por dos montañas a ambos lados y con las coladas de lava descendiendo por su ladera hasta llegar al mar en un acantilado, mientras van incendiando a su paso casas y cultivos.
También aparecen reflejadas en las ilustración numerosas piedras incendiarias que salen por su boca impactando en algunas casas. En la parte superior izquierda, una de estas rocas golpea en un edificio que tiene una cruz en su tejado. «¿Sería la iglesia de San Juan Abad, cuya espadaña fue derribada por la erupción?», se preguntan los responsables del Archivo Histórico Nacional.
Más abajo, hacia el centro de la imagen, en su lado izquierdo, se representa a un hombre tumbado en el suelo rodeado de animales. «Pudiera tratarse de un pastor muerto por las inhalaciones de gases emitidos por el volcán», añaden los responsables del archivo, antes de precisar que el documento escrito no indica «nada sobre esto».
El informe del Tribunal de la Inquisición en Canarias sobre aquellos trece días concluye con esta frase: «Continuaronse las mismas cosas hasta 21 de enero, día de Santa Ynés por la mañana». Y es que el volcán de San Antonio estuvo activo durante 66 días.
Aquel volcán del siglo XVII cubrió de lava y ceniza 650 hectáreas de terreno. El que ahora mantiene en vilo a La Palma lleva ya destruidas casi 1.000 hectáreas en 44 días.