El programa recorre este viernes la historia de La Graciosa y su gastronomía de la mano de Enriqueta Romero, Celia, Sasa, José y Tomás
El quinto episodio de ‘Sabores isleños‘ (22:50 horas) recala este viernes 11 de abril en La Graciosa, hogar de «las mujeres valientes que se echaron la isla al hombro para encontrar que echar en el caldero». Y es que las mujeres jugaron un papel fundamental en el desarrollo de la única isla poblada del archipiélago chinijo. Ellas sacaban adelante la economía familiar y desempeñaban las labores en el hogar, la pesca o la agricultura cuando los hombres marchaban a faenar en alta mar, principalmente en la costa africana, base principal de la economía de la isla.
En esta nueva entrega, el programa rememora la historia reciente de La Graciosa, de la mano de algunos de sus vecinas y vecinos más ilustres: Enriqueta Romero, Celia, Sasa, José y Tomás.
El caldo de pescado de Enriqueta Romero
Una de las figuras más conocidas en la actualidad es Enriqueta Romero, doña Queta, cuya pensión – restaurante es parada obligada para todo el que pase por la isla. Haciendo honor a su fama de anfitriona, nos abrirá las puertas de su casa, su cocina y su memoria, poblada de recuerdos que retratan la historia de una isla cincelada con el esfuerzo y el trabajo de gracioseras y gracioseros.
Mientras rememora algunas estampas de su niñez, que pasó trabajando, cuidando cabras, tostanto millo o haciendo rosas con las amigas (un tipo de encaje de aguja característico de Tenerife, Lanzarote y La Graciosa), va preparando elos ingredientes para el caldo de pescado, concretamente de sama. Una receta que aprendió de su madre, perfeccionó con su intuición y se puede replicar en el código QR del programa. No puede faltar un gofio escaldado preparado al momento con el caldito aún humeante.


La receta de calamares de Margucha
Después de salir a pescar unos cuantos calamares al ocaso, Jéssica Déniz pone rumbo a Caleta de Sebo, donde Celia y Sasa Toledo nos reciben, también con las puertas abiertas. Con ellas cocinaremos unos calamares compuestos, siguiendo la receta de Margucha, madre de Sasa y fundadora de la pensión y restaurante Los Girasoles. Entre cazos y fogones, la conversación fluye y aparecen los recuerdos de aquellos años, cuando «todo el pueblo era un matriarcado» y Margucha sacaba adelante el restaurante con los pescados que su marido traía de las costas de África: «Aquí se comía pescado mañana, tarde y noche». Cuando estaba en tierra, el padre de Sasa batallaba porque la isla tuviera escuela, agua y en definitiva, un futuro para sus hijos, igual que tenían en el resto de Islas.

Gofio de Los Dolores
Tras la fundación de Caleta de Sebo, a finales del siglo XIX un grupo de familias procedentes de Haría y Famara se fueron instalando en otro lugar de La Graciosa, lo que hoy es Pedro Barba, ilustre personaje de la historia de Lanzarote y de la isla chinija.
En Pedro Barba nos esperan José y Tomás para preparar una pella de gofio conocido como «pella de Los Dolores», por el lugar en el que se hizo popular en la isla, en la Feria de Artesanía de las fiestas de Los Dolores en Mancha Blanca, hace más de una década.
Con esta pella, hecha con plátano, queso fresco, aguacate, almendra, pasas, azúcar, coco, ron miel, licor de platano, miel, aceite, leche y gofio, nada menos que 13 ingredientes.

