Investigadores del IAC confirman la fiabilidad de la astrosismología como método para medir la masa y edad de las estrellas
Un equipo internacional, con participación del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), ha validado un método para medir masas estelares usando ondas sísmicas. El IAC anunció este viernes el hallazgo como un hito científico con importantes implicaciones para el estudio galáctico.

Por primera vez, dos técnicas independientes han coincidido al estimar con alta precisión la masa de una estrella antigua. El resultado fortalece la astrosismología como herramienta confiable en astronomía.
Un método doble con resultados idénticos
El estudio, publicado en Astronomy and Astrophysics, se centró en una estrella gigante roja del sistema binario KIC 10001167. Para calcular su masa, los científicos aplicaron dos métodos diferentes.
Primero, analizaron su movimiento orbital mediante el estudio de variaciones de brillo y velocidad radial. Luego, evaluaron sus oscilaciones internas a través de astrosismología.
Kepler y La Palma, claves en la observación
Las variaciones de brillo se midieron con datos del satélite Kepler, que detecta ligeras fluctuaciones causadas por vibraciones y desplazamientos orbitales.
Las variaciones de velocidad radial fueron registradas desde el Nordic Optical Telescope (NOT), ubicado en el Observatorio del Roque de los Muchachos, en La Palma.
Física clásica y tecnología moderna para medir masas estelares
La mecánica orbital sigue siendo una herramienta fundamental. “Está muy bien descrita por las leyes de Kepler y Newton”, recuerda David Jones, investigador del IAC y coautor del artículo.

Por su parte, la astrosismología permite explorar la estructura interna de la estrella. “Se compara con modelos evolutivos para calcular su masa”, explica Jeppe Sinkbaek Thomsen, autor del estudio.
Una diferencia mínima, una gran validación
Ambas técnicas ofrecieron resultados con una diferencia menor al 1,4 %, lo que permitió estimar la edad de la estrella con un 10 % de precisión.
“Por primera vez podemos decir que la masa de una estrella antigua, calculada mediante astrosismología, coincide con la obtenida por su órbita”, celebra Thomsen.
Impulsando la investigación galáctica
Este hallazgo tiene implicaciones que van más allá de esta estrella. La masa estelar determina su edad, y esta validación refuerza el valor de la astrosismología como herramienta científica.
El estudio abre nuevas puertas para entender mejor la historia de la Vía Láctea, según destaca el IAC. Un pequeño paso para una estrella, un gran salto para la astronomía.