El paso de Rafá que une a la Franja con Egipto se ha convertido en un potencial salvavidas ante el «bloqueo total» que ha impuesto el Gobierno israelí sobre el territorio controlado por el grupo palestino Hamás
La Franja de Gaza es un territorio de apenas 365 kilómetros cuadrados que se conecta con el exterior por tres pasos fronterizos, de los cuales tan sólo uno, el de Rafá, no depende de Israel. Dicho cruce une a la Franja con Egipto y se ha convertido en un potencial salvavidas ante el «bloqueo total» que ha impuesto el Gobierno israelí sobre el territorio controlado por el grupo palestino Hamás.
Israel ya mantiene un férreo bloqueo sobre la Franja desde el año 2007, cuando Hamás consolidó su control sobre Gaza a raíz de unas elecciones y un posterior conflicto fratricida con Al Fatá, que a día de hoy sigue controlando Cisjordania.
Desde los ataques del 7 de octubre en suelo israelí, el cierre es completo en los pasos de Erez –habitual punto de tránsito de personas– y de Kerem Shalom –cerca de Egipto, destinado a mercancías–. A Gaza no llegan siquiera los suministros más básicos y el territorio agota ya las reservas de combustible, comida o medicinas.
Israel no da muestra de ceder y abrir sus dos pasos
El Gobierno de Israel no ha dado muestras de ceder y reabrir sus dos pasos, por lo que la comunidad internacional se concentra en persuadir a Egipto para que tome medidas en el de Rafá, un punto que tampoco puede entenderse como un cruce fronterizo al uso porque, de hecho, no está abierto de manera continua al paso de personas o bienes.
La ONU tiene registradas en lo que va de año más de 90.000 entradas y otras tantas salidas de la Franja a través del paso de Rafá, pero hasta finales julio esta vía de enlace entre Gaza y la península del Sinaí había estado abierto únicamente 138 días, mientras que otros 74 había permanecido cerrado. En 2002, estuvo cerrado también 120 días y entre 2015 y 2017 la cifra de jornadas de bloqueo superó incluso las 300.
La comunidad internacional, incluida la ONU, contempla ahora que el paso de Rafá sirva como vía de entrada en Gaza de la ayuda humanitaria. De hecho, varias organizaciones, entre ellas la Media Luna Roja, han fletado ya suministros hacia el aeropuerto de El Arish, con vistas a su posterior traslado por tierra hacia la Franja una vez las autoridades egipcias den luz verde.
Egipto sugiere que es Israel quien no autoriza la entrada
El Gobierno de Egipto ha sugerido que es Israel quien no termina de autorizar esta entrada, habida cuenta de que la situación en la zona sur de la Franja sigue siendo volátil y, de hecho, se registran bombardeos recurrentes en zonas aledañas a Rafá. Decenas de camiones se agolpan al otro lado de la frontera, a la espera del acuerdo político.
Las autoridades egipcias han advertido del riesgo que conllevaría un posible éxodo masivo de palestinos desde una de las zonas del mundo con mayor densidad de población. En la Franja de Gaza viven más de dos millones de personas y su salida abriría un nuevo frente en un escenario que ya se antoja de por sí complicado en términos tanto humanitarios como políticos.
Egipto, además, ha adoptado en los últimos años medidas para contener la potencial expansión del terrorismo islamista en la zona norte de la península del Sinaí, por lo que teme un posible contagio de la inseguridad a su propio territorio.