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30 abril 2024 2:25 pm

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Piden 23 años de prisión por el asesinato machista de La Matula

La Fiscalía ha pedido 23 años de prisión para Ángel Montesdeoca, acusado de asesinar a su esposa en 2018, por un delito de asesinato con las agravantes de parentesco y por razones de género

https://youtu.be/Alg9fOTKA30

El acusado de asesinar en junio de 2018 a su esposa por celos con un cuchillo cuando estaba en la cama en el barrio de La Matula, se enfrenta a una pena de 23 años de prisión por el delito de asesinato con agravantes, según la petición de la fiscal María Dolores Ordóñez.

El presunto asesino, Ángel M.C., de 68 años, trató de suicidarse en la vivienda de Las Palmas de Gran Canaria en la que residían ambos, en La Matula, pese a estar separados desde hacía un año.

Este lunes, ante el Jurado de Las Palmas, ha asegurado que no sabe porqué la mató y que estaba trastornado.

23 años de prisión por el asesinato de La Matula

La acusación particular eleva la condena a 28 años, al imputar también un delito de daños en la vivienda. La que ejerce el Instituto Canario de Igualdad (ICI) reclama 35 años, ya que aprecia un delito de incendio. Por su parte, el abogado del procesado pide una condena de 20 años de cárcel para su cliente porque alega como atenuante que sufría una depresión desde 2007.

El procesado ha admitido que se siente «muy culpable» y que quiere que se le condene por lo que hizo, de lo que ha asegurado que se arrepintió en el momento. Según ha declarado cogió una bombona de cocina e intentó asfixiarse, pero que como no lo lograba fue a por una segunda y le prendió fuego con la intención de inmolarse.

Ángel M.C. ha precisado que tampoco recuerda que el mango del cuchillo estuviera cubierto con dos bolsas de plástico y ha negado haber escondido el teléfono móvil de la víctima, quien lo usó horas antes de morir.

El procesado asegura haber sido objeto de maltrato psicológico por parte de su mujer

Según el procesado, él era objeto de maltrato psicológico por parte de su mujer, que no le dejaba tocarla nada más que una vez al mes. Sufría una fuerte depresión desde 2007, cuando, conforme a su versión, empezaron los problemas en la pareja. Le contaron a su esposa que le habían visto entrar en un burdel de Molino de Viento, lo cual era mentira, ha asegurado.

Ha manifestado que su mujer le pidió el divorcio en dos ocasiones pero él nunca le dijo que no lo aceptaba. En una tercera ocasión le indicó que se quería separar pero que quería que se llevaran bien por sus hijos y que podía permanecer en la vivienda.

Además, ha afirmado que tampoco le reprochó a su esposa que pasara de vez en cuando varios días en casa de un amigo para ayudarle porque estaba enfermo de cáncer, con el que había iniciado una relación.

Según el acusado, la última discusión que mantuvo con la víctima fue cinco o seis días ante de los hechos, cuando trató de nuevo hacer ver a su mujer que la habían engañado con lo del burdel.

En su declaración ha destacado que había pensado coger el coche y tirarse por un barranco para suicidarse. Con todo, ha recalcado que su fuerte depresión no justifica lo que hizo, aunque su abogado alega precisamente esa circunstancia como atenuante.

La hija mayor afirma que su madre «no sentía peligro»

La hija mayor de la víctima, que ejerce la acusación particular contra el acusado, ha afirmado que su madre quería divorciase porque la relación no iba bien, pero que su pareja no aceptaba los motivos.

Así mismo, ha indicado que su progenitora no vio necesario que el procesado se fuera de la vivienda que compartían en el barrio de La Matula porque «no sentía peligro«. Ha constatado que mantenía una relación con un antiguo amigo que sufría un cáncer terminal.

En esta primera sesión del juicio han declarado también un vecino y otro ciudadano que entraron en la vivienda tras escuchar la explosión. Sacaron el cuerpo de la fallecida y del acusado y apagaron el incendio originado en el cuarto donde sucedió el crimen. También han declarado testigos policiales que intervinieron en el caso.

Uno de ellos ha indicado que un médico del Hospital Insular que atendió al acusado le informó de que no presentaba heridas distintas a las quemaduras que sufrió entre el 45 y 50 % de su cuerpo, que determinaron su traslado al centro hospitalario Virgen del Rocío en Sevilla.

La fiscal del caso de La Matula pide «mucho sentido común»

En las palabras que ha dirigido al Jurado al inicio del juicio, la fiscal Ordóñez ha reclamado «mucho sentido común» a sus nueve miembros, a los que ha señalado que el ataque que sufrió Soledad fue por sorpresa y no tuvo oportunidad de defenderse.

Según la fiscal delegada de Violencia sobre la Mujer en la provincia de Las Palmas, el procesado acabó con su vida porque no aceptaba la ruptura y el divorcio: «La mató porque la consideraba de su propiedad», y además lo hizo sin importarle cómo podía afectar ese hecho a sus hijos.

El abogado de la acusación particular, José Antonio Penichet, también ha insistido al Jurado en que el procesado no aceptaba que su mujer quisiera acabar con la relación y tampoco que tuviera una amistad con otra persona. La abogada del ICI, Begoña Santana, ha recalcado que «no se pide venganza» sino que se le condene por los delitos cometidos.

El abogado de la defensa solicita tener en cuenta la fuerte depresión de su cliente

El letrado de la defensa, Víctor Bofill, pedido al Jurado que tenga en cuenta las circunstancias personales de acusado y la fuerte depresión que sufría, que pudo influir en su forma de proceder.

El juicio continuará este martes con la declaración de dos testigos y la de los médicos forenses y los informes concluyentes de las partes, ya que el miércoles está previsto que comience a deliberar el Jurado, según ha indicado el magistrado que preside el tribunal.

53 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas en 2018

Soledad fue la decimotercera víctima mortal de la violencia machista en 2018, después de perder la vida a manos de su expareja en el barrio de La Matula. Un año que dejó 53 asesinadas en España a manos de sus parejas o exparejas. La primera, en enero, en Tenerife. Jénnifer Hernández fue apuñalada por su marido en Los Realejos. Él cumple 9 años de cárcel.

La tercera víctima canaria fue Paula, en La Orotava. Su marido, un militar, la mató junto con sus dos hijos de 3 y 5 años antes de suicidarse. Lo organizó todo para que pareciera un suicidio pactado.

Algunos de los casos de las mujeres asesinadas en 2018 no se pueden contabilizar según la actual ley porque no había relación sentimental con sus asesinos. Entre ellas está Vanesa, asesinada en junio por su primo en Betancuria, y Carmen y María Dolores, a manos de sus hijos en Tenerife y Gran Canaria. Según la ONU, cada día mueren 137 mujeres en todo el mundo asesinadas por hombres de su entorno.

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